sábado, 16 de julio de 2022

Disfrute su Biblia (7)

 

INDICADORES PARA LIBROS ESPECÍFICOS

William Macdonald

(continuación)


4.   LOS PROFETAS

Los profetas eran voceros o portavoces de Dios. El Señor los levantaba en tiempos de pecado y decadencia para clamar en contra de la maldad prevaleciente, para hacer volver al pueblo, para advertirles sobre las consecuencias de la rebelión (especial­mente en la cautividad), y para prometer bendición por la obe­diencia (especialmente al volver de la cautividad). Por tanto, eran primero proclamadores, y después profetas.

Los profetas del Antiguo Testamento generalmente se clasifican en:

Mayores: Isaías, Jeremías (incluyendo sus Lamentaciones), Ezequiel, y Daniel.

Menores: Todo el resto.

Debemos observar que las palabras mayor y menor, aplica­das a los profetas, no significan importante o sin importancia. Por ejemplo, Zacarías, un “profeta menor”, profetizó cosas muy importantes acerca del Mesías. Las palabras se refieren única­mente al tamaño. Técnicamente, Daniel no era un “profeta” por llamado, sino un oficial del gobierno a quien Dios le dio el dónde la profecía. En la Biblia hebrea, Daniel se encuentra en la tercera sección, llamada “Las Escrituras”.

También pueden clasificarse de acuerdo al tiempo en el que profetizaron.

i)  Antes de la cautividad de Babilonia, también llamado Pre-Exilio: Isaías, Jeremías, Oseas, Joel, Amos, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías.

ii)  Durante la cautividad de Babilonia, i.e., Exilio: Ezequiel, Daniel.

iii)  Después de la cautividad de Babilonia, o Post-Exilio: Hageo, Zacarías, Malaquías.

Una manera fácil de recordar a qué categoría pertenece cada profeta es esta: Los últimos tres profetas del Antiguo Testamento fueron los últimos, escribieron después del exilio (post-exilio). Ezequiel y Daniel escribieron durante el exilio. Todo el resto escribió antes del exilio (pre-exilio).

Algunos ministraban a Israel, algunos a Judá, uno — Jonás — a una nación gentil, y algunos a una combinación de ambas. Estas líneas no son tan claras, y la clasificación no es tan exacta.

Si usted hizo el mapa del Reino Dividido, como fue sugeri­do previamente, sería un buen momento para completar los profetas en el tiempo que ministró cada uno.

(A) NOMBRES PROMINENTES EN LOS PROFETAS

Usted se familiarizará con los siguientes nombres:

Jerusalén: a veces llamada Sion, la capital de Judá.

Samaria: la capital de Israel.

Israel: a veces se refiere a las diez tribus del norte, a veces a la nación entera. Efraín también se usa en Oseas como otro nombre para el reino del norte.

Asiria: un amargo y cruel enemigo de Israel. El Rey del Norte gobernaba desde aquí.

Nínive: capital de Asiria.

Siria: otro enemigo de la nación.

Damasco: un estado de la ciudad asociado a Siria.

Egipto: gobernado por el Rey del Sur.

Babilonia, Caldea: nombres que a veces se usan intercam­biados. Babilonia era la ciudad.

(B)   TRANSICIONES EN EL TIEMPO

Al estudiar los profetas - que eran bastante poéticos - pri­mero debe acostumbrarse a las rápidas transiciones. En cierto momento proclamaban la venida de los juicios del Señor con voz de trueno (Joel 3:14-16), y luego cambiaban abruptamente para anunciar las glorias del reino venidero (Joel 3:17-18). En el mismo pasaje pueden moverse de la primera venida del Mesías (Isa. 52:14) a la segunda (Isa. 52:15), ¡sin nada más que un signo de puntuación como separación entre ellas!

(C)   EL DÍA DEL SEÑOR

El “día del Señor” no es un período de 24 horas, sino que abarca siglos. En el Antiguo Testamento, se refería a cada vez que Dios vencía a los enemigos de Israel o castigaba a su propio pue­blo. En el Nuevo Testamento, el día del Señor comienza después del Rapto, e incluye la Tribulación, la Segunda Venida, el Milenio, y la destrucción final de los cielos y la tierra con fuego.

(D)   LEY DE LA DOBLE REFERENCIA

Usted debería saber todo acerca de la ley de la doble referen­cia. Esto significa que una profecía puede tener un cumplimien­to temprano y parcial, y después el cumplimiento completo. El ejemplo clásico es la profecía de Joel 2:28-32. Esto se cumplió parcialmente en Pentecostés, cuando fue derramado el Espíritu Santo sobre una compañía de judíos creyentes en su Mesías, pero será cumplida por completo en la Segunda Venida de Cristo cuando El derramará su Espíritu sobre toda carne.

(E)    FALSOS PROFETAS

Aparte de los profetas de Dios, existían también los falsos profetas. Ellos siempre profetizaban paz y prosperidad en tiem­pos de pecado y rebelión. ¡Los tiempos no han cambiado!

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