EL USO DE LA CONCORDANCIA
Un
conocido profesor de educación cristiana solía decir respecto de los
componentes claves de un buen estudio bíblico: “Usted, su Biblia, el Espíritu
Santo, y una concordancia.”
Todo
creyente estaría de acuerdo en las primeras tres, pero ¿por qué es tan
importante la concordancia?
Una
concordancia, como la mayoría de los lectores bíblicos saben, es una lista
alfabética de todas las palabras de un libro, con una frase conteniendo la
palabra en cuestión, a menudo abreviada con la primera letra. Existen concordancias
para las principales versiones de Biblias, como la RV60, RV95, NVI, entre
otras.
ENCONTRANDO
UN VERSÍCULO
El
uso más común de la concordancia es encontrar un versículo oído o aprendido
pero que no puede ser ubicado. Suponga que usted aprende en la Escuela
Dominical ese versículo que cita “hay un sólo Dios, y un sólo mediador entre
Dios y los hombres.” Busquemos en la concordancia:
Elija
la palabra menos común en el versículo - por supuesto, los pronombres o las
palabras día o noche no serían una opción. La palabra en este caso es
claramente mediador. Cuando encuentre mediador, verá que se encuentra
aproximadamente siete veces en el Nuevo Testamento. Luego de analizar los
versículos, encontrará que el que usted está buscando es 1 Timoteo 2:5.
En
la columna de la derecha, verá el número 3316. Al final de la concordancia se
encuentra una sección titulada Diccionario Griego del Nuevo Testamento. Al
ubicar la referencia 3316, aprenderá cual es la palabra griega que se traduce
como mediador.
En
otras concordancias es un poco diferente, puesto que no tendrá que referirse a
ningún número al final. Comenta en el mismo lugar que la palabra traducida como
mediador es la palabra griega mesites.
En
caso de existir varias palabras griegas cuya traducción fuera mediador,
aparecerá una lista de todos los usos según la palabra en el griego.
ESTUDIOS DE PALABRAS
El
hecho de que una concordancia describa todos los usos de cierta palabra en
orden bíblico es muy útil. Nos muestra lo importante que puede ser una palabra
en la Biblia. Por ejemplo, las palabras adoración, adorado, adorador (es), y
adorar aparecen cerca de 200 veces. Claramente, la adoración es un tema
importante para Aquel que inspiró las Sagradas Escrituras.
Otra
clave para el significado bíblico de una palabra es la llamada “ley de la
primera referencia”. Muchas veces es una gran ayuda comenzar meditando en donde
aparece una palabra por primera vez.
Adoración,
por ejemplo, aparece referida por primera vez en Génesis 22:5: “Yo y el
muchacho iremos hasta allá, a.…” Observe lo siguiente: Abraham e Isaac ilustran
el amor del Padre en su disposición a sacrificar a Su Hijo. Este es el centro
de la adoración cristiana: la cruz de Cristo, especialmente conmemorada en la
Cena del Señor. Abraham e Isaac son una figura simbólica, o ilustración de Dios
el Padre y Cristo el Hijo.
PALABRAS ORIGINALES
Aunque
algunos parecen pensar que la traducción al español (especialmente la RV60) es
prácticamente igual al texto original, los creyentes mejor informados saben que
Dios inspiró Su Palabra hace siglos en hebreo (y un poco en arameo) en el
Antiguo Testamento y griego en el Nuevo.
Ya
que el Antiguo y Nuevo Testamentos fueron escritos en diferentes idiomas,
obviamente las palabras detrás de una palabra serán diferentes en los dos
Testamentos. Para una persona que no sabe griego, el Diccionario Completo Vine
de Palabras del Antiguo y Nuevo Testamentos es útil e instructivo. Por ejemplo,
aquí, respecto a la palabra mediador.
LA
CONCORDANCIA GRIEGA Uno de los frutos que trajo el
avivamiento del estudio bíblico en profundidad para las masas a comienzos del
1800 es la obra financiada y dirigida por George V. Wigram en 1844. Los amantes
de la Biblia pueden alegrarse de que la madre de George V. no dijo luego de
tener el hijo número 19, “¡Creo que nuestra familia ya es suficientemente
grande, querido!”
¿Por
qué? Porque la “V” es por Vicesimus, el latín para “Vigésimo”. En la antigua
Roma, era tradicional llamar a los hijos “Primus, Secundus, Tertius, Quintus,
Sextus”, etc. — ¿pero Vicesimus? ¡Eso es casi demasiado!
Más
abajo hay un ejemplo que muestra su estudio de la palabra adoración, que
comúnmente es traducida gloria. Doxa es el número 1391 en la concordancia
Strong:
Una
copia perteneciente al editor de la segunda edición (también 1844) lleva el
nombre de “Elizth Wilson” (¡aun los nombres se abreviaban!). Esto ilustra
hermosamente aquello por lo que el Sr. Wigram había luchado: que cada creyente
— hombres, mujeres, y aun los niños estudiaran la Palabra — no sólo pastores o
estudiantes teológicos de Oxford, Cambridge, Trinity, y Dublín.
Esta
obra - que se siguió imprimiendo más de 150 años después, pone las palabras
griegas (tanto en letras griegas como en convencionales) en orden alfabético,
pero la parte reproducida del verso está en español, con la palabra o palabras
traducidas en cursiva. Uno puede buscar la palabra en español en el índice que
se encuentra al final para saber dónde localizar dicha palabra.
Volviendo
a nuestra palabra adoración, podemos ver que se traduce en cinco palabras
griegas diferentes, que aparecen con el número de la página en la que se
encuentran. En el índice se encuentran en el alfabeto griego, pero también se
provee su transliteración. Por ejemplo, latreuo está en la página 449. Aparece
21 veces y se traduce no sólo como “adoración” sino también como “servir” y
“dar servicio”. Esto sugiere que la adoración es mucho más que liturgia.
También
podemos notar las letras latr- al comienzo del verbo. En español, esto sucede
en las palabras que terminan en “-latría”, como en Mariolatría, “la adoración a
María”. Para encontrar significados más profundos de estas palabras traducidas
como adoración, comprobará que el Diccionario Completo de Vine es más útil e
instructivo.
Debemos
agregar que el texto de Wigram se basa en el Textus Receptus Griego y en la
versión King James. La variación en el texto entre el griego tradicional y las
ediciones más recientes oscila entre un 2% y un 8%.
DICCIONARIOS BÍBLICOS
Si
usted quisiera hacer un estudio de un lugar bíblico como Jerusalén, Siria,
Edom, Antioquía, o Roma, puede buscar todos los versículos donde se menciona
ese lugar y así aprender bastante del mismo. Esto también funciona con las
cosas (árboles, animales, plantas, herramientas, etc.), y por supuesto, pueblos
— ya sean tribus, naciones, o llamados individuos.
Pero
quizá quiera más información de trasfondo para enriquecer su comprensión del
contexto bíblico. Quizá quiera conocer cómo era la antigua prensa de vino, o
un onagro, o el Templo de Salomón.
Los
diccionarios bíblicos más viejos tienen pequeños dibujos a lápiz de cosas que
son más fáciles de mostrar que de describir (túnica, morera, hiena, por
ejemplo.)
Los
diccionarios bíblicos más nuevos presentan imágenes de tierras bíblicas, mapas
en colores o en blanco y negro, dibujos a color de objetos que ya no existen,
como el Templo de Herodes.
Desafortunadamente,
algunos diccionarios muy artísticos poseen interpretaciones liberales,
radicales, feministas u otras interpretaciones antibíblicas esparcidas entre
material puramente imparcial. Estar alertas a estas tendencias es “un consejo
para el sabio”.
El
abuelo de todos los diccionarios bíblicos es la Enciclopedia Bíblica
Internacional Estándar. Sólo para mostrar cuán útil puede ser, aquí vemos su explicación
de por qué el Señor maldijo la higuera (Mt. 21:18-20; Me. 11:12, 13, 20, 21)
aun cuando el tiempo de la cosecha de higos no había llegado.
ATLAS BÍBLICOS
Una
religión fundada en los Estados Unidos en el siglo diecinueve, utiliza un
libro que los mormones consideran de igual autoridad que la Biblia. Está lleno
de batallas sangrientas, tribus, individuos conocidos, y supuestos lugares.
Ninguno de estos eventos, pueblos, tribus, o lugares (a no ser aquellos tomados
de la Biblia) puede corroborarse con la historia, geografía o tradición
secular.
¡No
sucede así con la Palabra de Dios! Cientos de ciudades, países, ríos,
montañas, líderes seculares conocidos más allá de las sagradas páginas de la
Biblia, también aparecen en la Palabra de Dios.
El
Dr. H. Chester Woodring solía decir que ir a la Tierra Santa y ver estos
lugares “baja a la Biblia del cielo y la planta en tierra firme”. Lo más cerca
a un viaje a Israel es un atlas bíblico, el cual muestra claramente los
trazados de las tierras bíblicas. Muchas Biblias tienen algunos mapas en las
últimas hojas, y otras tienen pequeños mapas en blanco y negro que ilustran
específicamente ciertos eventos (por ejemplo, el ministerio de nuestro Señor,
los viajes de Pablo, etc.).
Los
grandes mapas del mundo antiguo que ilustran el éxodo del pueblo de Israel, el
Reino Dividido, Palestina en tiempos del Señor, y la ubicación de las siete
iglesias de Apocalipsis, ayudan a revivir estos temas.
Si
usted enseña la Biblia, los grandes mapas presentados en un trípode pueden
agregar interés real a sus descripciones verbales. Estos pueden encontrarse y
reservarse en librerías cristianas locales.
COMENTARIOS BÍBLICOS
Cualquier
libro famoso tiene comentarios impresos sobre el mismo. Por ejemplo, Juan
Calvino antes de su conversión escribió un comentario de una escritura del
romano Séneca (¡en latín!).
Existe
un sinnúmero de comentarios acerca de la Biblia, buenos, malos, e indiferentes
- especialmente en español.
Ambos
extremos deben ser evitados en cuanto a comentarios. Uno es ver primero los
comentarios y hacer de ellos un estándar de lo que la Biblia enseña. Esto no
está lejos de las tradiciones de los fariseos o del cristianismo medieval.
Los
comentarios han de ser juzgados por la enseñanza general de la Biblia, y no viceversa.
El
otro extremo es rechazar absolutamente todos los comentarios. Esto es tan
irracional como rechazar la Palabra predicada. Por ejemplo, los acertados y aun
populares comentarios de Harry A. Ironside son ediciones de sus mensajes en la
Iglesia Moody de cada versículo de los libros del NT y algunos libros del AT.
Muchas de las obras con perspectivas espirituales de J. N. Darby, por ejemplo,
no fueron escritas como libros, sino tomadas de notas de quienes asistieron a
“lecturas bíblicas.” (Estas “lecturas” eran debates de la Biblia versículo por
versículo, que hacían ciertos hombres frente a una congregación, basados
[generalmente] en las Santas Escrituras.)
LA AYUDA INTERLINEAR
Muchos
estudiantes cuidadosos de la Biblia se ven desconcertados por las diferencias
entre las variadas traducciones de la Biblia. Puesto que todos los idiomas
cambian con el pasar del tiempo, no es tan difícil ver por qué, por ejemplo, la
RV95 es más moderna que la RV original (aunque la edición 1960 es la más
usada). Pero, ¿por qué todas las traducciones hechas entre 1960 y 1995 son
diferentes en cuanto a palabras específicas, su orden, y las cosas que incluyen
u omiten?
La
versión interlinear es una herramienta útil para chequear una traducción y ver
qué tanto se acerca al original — ¡o qué tanto se aleja! Generalmente, también
trae una traducción estándar en letra pequeña en el margen a modo de
comparación.
En
español tenemos la de Francisco Lacueva, por ejemplo.
Se
brinda una traducción palabra por palabra en español entre las líneas del
griego, de allí el término “Inter-linear”.
Puesto
que la traducción palabra por palabra a veces es difícil de entender, en
algunos casos se proveen números para las palabras de manera que le ayuden a
ordenar la traducción literal lo más semejante posible al español normal.
Algunas otras interlineares proveen lo mismo, pero en menor extensión.
Aunque
las palabras numeradas no son siempre suficientes. Por ejemplo, una
construcción gramatical que existe en griego, pero no en español, con
frecuencia se hace más clara a través de una segunda línea más idiomática.
Al
utilizar estos números en la segunda línea en español, un estudiante de la
Palabra interesado puede construir una idea de la estructura griega con el uso
constante.
Una
ayuda extra en la interlinear consiste en estudios de palabras griegas en notas
al pie donde se ubican las mismas.
Una
persona no necesita conocer el alfabeto griego para usar una interlinear, pero
por supuesto simplificaría su uso. Afortunadamente, es un alfabeto regular, así
que al aprender las pronunciaciones de las letras no le será necesario revisar
un diccionario para saber cómo pronunciar cierta palabra.
El
vocabulario español es de origen griego en un 15% (por ejemplo, ancla, apóstol,
bautizar, teléfono, trono), y muchas de nuestras letras derivan del griego.
EL DICCIONARIO ESPAÑOL
Mucha
gente no ve lo útil que puede ser un diccionario de español regular para
clarificar nuestras traducciones de la Biblia.
Tanto
la gente promedio como los eruditos han utilizado el diccionario común para
obtener buena ventaja. El querido erudito del Antiguo Testamento, el Dr.
Merrill F. Unger, solía leer el diccionario como si fuera un libro, no sólo
para buscar ciertas palabras. Alguien podría decir, “Pero él era un erudito”.
Cierto, pero los que no lo son también pueden beneficiarse grandemente del
significado preciso de las palabras.
Un
inmigrante adolescente de Lower Farstad, proveniente de una zona sur y casi
inhabitada de Noruega, no sólo practicaba (en inglés) decir “3.333” cada día
frente a un espejo para aprender cómo pronunciar el sonido “th” de dicho
idioma, sino que también, como el Dr. Merrill F. Unger, solía leer el diccionario
para buscar palabras. Al hacer esto, llegó a desarrollar un mejor vocabulario
que la mayoría de los ciudadanos nativos.
¿Qué
diccionario debería usar? Hay muchos buenos, pero evite aquellos que sucumben
en patrones muy bajos del lenguaje. Los diccionarios que sugieren ciertas
palabras como aceptables sólo porque el presidente Eisenhower y Billy Graham
(entre otros) lo dijeron de esa manera, deben evitarse.
El
diccionario de la Real Academia Española, y el Diccionario de la Lengua
Española Espasa Calpe, son recomendables.
Noah
Webster (1758-1843) era un cristiano estadounidense muy devoto y estudioso,
que aprendió sánscrito y otras lenguas antiguas, así como también el griego,
hebreo, y latín que estudió en Yale. Hizo esto para producir el primer
diccionario en inglés de todo el mundo en proveer las derivaciones (técnicamente
denominada etimología) de las palabras. Sus artículos utilizan la Biblia para
ilustrar usos y significados del inglés.
La
edición de 1824 del Webster tiene varias ilustraciones y usos bíblicos. Las
palabras teológicas como justificación y pacto se definen correctamente. Aún es
posible obtener copias de esta edición “más cristiana”, ya que se ha reimpreso
en años recientes.