domingo, 26 de febrero de 2023

EL PROFETA JOEL (3)


 Arno Gaebelein

LA VENIDA DEL DÍA DEL SEÑOR: ARREPENTIMIENTO Y RESTAURACIÓN DE ISRAEL

 


1.   La alarma tocada y el día cerca (2:1-2)

2.    El ejército invasor del norte (2:3-11)

3.    El arrepentimiento del pueblo y su clamor por ayuda (2:12-17)

4.    "Entonces”. El gran cambio (2:18)

5.    Promesas de restauración, y la lluvia temprana y tardía (2:19-27)

6.    Derramamiento del Espíritu sobre toda carne (2:28-31)

7.    Libertad en el monte Sión y Jerusalén (2:32)

 

Vv. 1-2. Con este capítulo alcanzamos el corazón de la profecía de Joel. La descripción de las langostas literales no es más continuada. Como hemos mostrado, las langostas literales en sus diferentes etapas simbolizan a las naciones desolando la tierra como lo han hecho las langostas. Dispensacionalmente el primer capítulo nos muestra todos los tiempos de los gentiles, que comenzaron con Nabucodonosor (Dn. 2:36-38), y que continúan hasta que llegue el tiempo cuando el Dios del cielo establezca un reino que no puede ser destruido. El segundo capítulo nos lleva enseguida al fin de los tiempos de los gentiles, cuando el día del Señor sea establecido. Antes de que el Señor aparezca en ese día, la más grande angustia estará sobre la tierra y el pueblo; habrá un tiempo de tribulación tal como nunca lo ha habido (Mt. 24:21.) El remanente de Su pueblo clamará a Dios por intervención y libertad, y Dios responderá a su clamor y los libertará. Entonces su tierra vendrá a ser una vez más como el huerto de Edén, allí habrá un gran derramamiento del Espíritu sobre toda carne y desde Jerusalén el gran centro de bendiciones el reino se extenderá a todas las naciones.

Todo este capítulo como también el próximo no ha sido cumplido. Nada de esto ha sido cumplido. Antes de que esto pueda cumplirse una parte del pueblo de Israel debe ser restaurado a la tierra de la promesa y las antiguas ceremonias e instituciones serán al menos parcialmente restaurados.

El capítulo comienza con el sonido de alarma porque "el día de Jehová viene, y está cerca." La última semana profética de Daniel está ahora en proceso de cumplimiento. (Ver anotaciones sobre Dn. 9.) Una parte del pueblo volverá a la tierra, habiendo retornado allí en incredulidad, justo como lo vemos hoy en el movimiento sionista. Pero en medio de ellos se encontrará también un remanente piadoso. El toque de trompeta muestra que ellos han revivido sus antiguas costumbres (Núm. 10:1,2,9). También mencionamos que las trompetas están a menudo conectadas con la aparición del Señor y la restauración de Israel En el v.2 ese día es descrito y puede compararse con Sof. 1:15-16 e Isa. 60:2. Después tenemos un ejército invasor que es plenamente descrito en los versos que siguen. Las palabras, "como el amanecer se extiende sobre las montañas", son una descripción del día del Señor que es un día de oscuridad y tinieblas, por otra parte, es "como el amanecer se extiende sobre las montañas." Después de la oscuridad, aparecerá la luz de la mañana "la mañana sin nubes" (2 Sam. 23:4.)

Vv. 3-11. Muchos ejércitos en la historia pasada han ocupado y desolado la tierra de Israel, pero aquí está la futura gran invasión del norte. Esta invasión es mencionada también por el profeta Isaías. El asirio que vino en días de Isaías para tomar Jerusalén es el tipo del asirio final que amenazará la tierra y pueblo con destrucción. Él es también prefigurado por Antíoco Epifanes, quien vino a la tierra de Israel como el predicho cuerno pequeño, levantándose de una de las divisiones del imperio Greco-Macedonio (Dn.8)

Este ejército de enemigos de Israel encuentra la tierra como el huerto de Edén; ésta ha sido restaurada, regada y cultivada a través del sionismo político. Los judíos están ahora en ella, determinados a hacer de Palestina el huerto del mundo, su Edén, como se ha dicho. Después viene el rudo despertar. Ellos piensan que están seguros; ellos pensarán que los planes que han hecho sin confiar en Jehová y sin verdadero arrepentimiento, han tenido pleno éxito. Pero ahora la más grande tribulación de su larga historia de sangre y lágrimas está cerca. La tierra una vez más es despojada de su belleza.

 

"Ante ellos la tierra es como huerto de Edén,

Y detrás de ellos como un desierto desolado,

Si, y nada escapará de ellos"

 

Dios usará estos destructivos poderes para humillar a Su pueblo, para mostrarles que Él es su ayuda, cuando esta gran calamidad venga sobre ellos. El lenguaje simbólico aquí es característico de otras profecías.

 

"La tierra tiembla ante ellos;

Los cielos se sacuden,

El sol y la luna se oscurecen,

Y las estrellas dejan de brillar"

 

Porque el día de Jehová es grande y terrible. Compare esto con los siguientes pasajes: Isa. 11:11, Hab.1:6,12; zac.14:3,4.

Vv. 12-17. Aquí está Jehová llamando a Su pueblo a retornar a Él con verdadero arrepentimiento (compare con Oseas 5:15-6:1). Y durante esa gran tribulación habrá una verdaderamente penitente porción del pueblo que se volverá a Él de manera descrita en este capítulo. Es este remanente que será salvado en ese día, mientras la parte impenitente será cortada en juicio. Ezeq. 20:38 y Zac. 13:8-9 hablan de esto. Lo que Moisés dijo mucho tiempo atrás tendrá entonces lugar (Dt. 30:1-4). Los muchos ruegos proféticos registrados en los Salmos, como se ha señalado en las anotaciones de ese libro, serán entonces ofrecidos por este remanente piadoso (Sal. 44:13-14; 115:2-3; 79:9-10, etc.) Este lamento y ruego por liberación precede la manifestación visible del Señor en ese día de Su venida. Cuando al final llegue la libertad habrá otra lamentación. Esta se encuentra en Zac. 12:9-14 y Apoc.1:7.

V. 18. "Entonces Jehová será celoso por Su tierra y tendrá piedad de Su pueblo." Aquí está el gran cambio. Hasta este punto no hemos visto nada sino calamidad y juicios. Langostas literales han devorado la tierra, tipos de las naciones que desolarán la tierra. Ellos vinieron, y Jerusalén fue hollada por los gentiles. Los tiempos de los gentiles terminarán en la tribulación o angustia de Jacob, de la cual ellos serán salvados (Jer. 30:7.) Vimos su gran arrepentimiento. Aquí está la respuesta desde arriba. Cuando su poder haya desaparecido completamente (Dt. 32:36), entonces el Señor será celoso por Su tierra y tendrá piedad de Su pueblo. A menudo esta pequeña palabra "entonces" se encuentra en la palabra profética haciendo el gran cambio, de los juicios y rechazo pasados de Israel a la libertad y gloria. Los siguientes pasajes debiesen ser cuidadosamente examinados y comparados con el v.18 aquí: Isa.14:25; 24:23; 32:16; 35:5-6; 58:8,14; 60:12; Ezeq. 28:25-26, etc.

La manifestación personal del Señor no es manifestada aquí. La libertad no viene aparte de la segunda venida de nuestro Señor. Toda la palabra profética da testimonio de esto. "Entonces saldrá el Señor y peleará contra estas naciones como peleó en el día de la batalla. Y sus pies se afirmarán en ese día en el monte de los Olivos, que está ante Jerusalén" (Zac. 14:3-4). "Cuando Jehová edifique Sión, él aparecerá en gloria" (Sal. 102:16). "Jehová saldrá como poderoso hombre, movido a celos como un hombre de guerra; él clamará, si, rugirá, y prevalecerá contra sus enemigos" (Isa. 42:13.)

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