Respuesta: Se refiere al tiempo después
del arrebatamiento de la Iglesia. Habrá dos cosas de las cuales habla el
apóstol en este momento; pero Pedro se detiene en la mitad del último versículo
que cita. El final de dicho versículo dice que será en Jerusalén (Joel
2:32), y el apóstol no lo dice. De modo que cuando se verificarán estos
acontecimientos el Señor tendrá Su reino establecido sobre la tierra, y habrá
quienes invocarán Su nombre.
El contexto
del capítulo 2 de Joel nos muestra que aquel día es un día de juicio, más
"después de esto", dice el Señor "derramaré mi Espíritu
sobre toda carne" (Joel 2:28). Habiéndose verificado un juicio en la Cruz,
Dios derramó el Espíritu Santo después de la Ascensión. El Señor Jesucristo ha
pasado por el juicio, y luego ha derramado su Espíritu sobre y en los que creen
en Él (Hechos 2: 2-4). Zacarías 10:1 habla de la segunda lluvia en la "estación
tardía". Es cuando el Espíritu será derramado por segunda vez.
Primeramente,
a los diez días de haber ascendido el Señor al cielo (Hechos 1:9 y cap. 2), y después
cuando saldrá para juzgar a su pueblo (Israel) y al mundo. Así pues, con
excepción de Pentecostés, no habrá otro derramamiento del Espíritu en la
presente economía de la gracia, la cual terminará pronto cuando venga el Señor
a recoger a su amada Iglesia.
W. J. L.
Revista
"VIDA CRISTIANA", Año 1956, No. 23.-
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