2. Encontrando la Voluntad de Dios
Podemos
saber y creer que Dios tiene un plan para nuestras vidas. Empezamos a hacer una
pregunta que hace cada creyente que realmente quiere conocer la voluntad de
Dios — “¿Cómo puedo descubrir la voluntad de Dios para mi vida?”
En
la Biblia, Dios habló muchas veces a hombres y mujeres en una voz que
escucharon claramente y les dijo qué hacer. Quería que Jonás fuera a Nínive, y
así se lo dijo, Jonás 1:1,2. Quería que Samuel supiera Sus planes para juzgar
a los hijos de Eli, así que habló y Samuel pudo oír Su voz, 1 Samuel 3:10.
También leemos de otras maneras en que Dios hizo saber al pueblo Su voluntad
para ellos. Pablo se enteró de la voluntad de Dios para él de ir a Macedonia por
medio de un sueño, Hechos 16:9,10. Un ángel dijo a María que iba a ser la madre
de Jesús, Lucas 1:30,31. En el Antiguo Testamento, Dios a menudo mandó a Sus
profetas para decirle a los israelitas lo que era Su voluntad para ellos.
¿Y
qué de hoy? ¿Cómo muestra Dios Su voluntad para nuestras vidas? Ya no usa los
ángeles para hablarnos. Ni escuchamos Su voz en forma audible diciéndonos lo
que debemos hacer.
Miraremos cuatro
maneras diferentes que Dios usa para revelar Su voluntad a nosotros. Son por Su
Palabra (la Biblia), la oración, cristianos maduros o amigos, y las
circunstancias. A voces, usa las cuatro para mostramos Su voluntad, y otras
veces sólo una es necesaria para dejamos saber Su voluntad claramente.
1. Primeramente,
Dios nos revela Su voluntad por Su Palabra. Ya ha escrito mucho de lo que
quiere que sepamos. ¡Por esto es importante estudiar la Palabra de Dios para
entender lo que ya nos ha dicho! Existe la historia de una señorita cristiana a
quien un joven no creyente propuso matrimonio. Este hombre le agradaba mucho,
pero ella dijo que quería saber la voluntad de Dios antes de aceptar casarse
con él. Entonces pasó muchos meses orando a Dios para que le mostrara si debía
casarse con él o no. Es bueno pedirle a Dios que nos muestre Su voluntad, pero
Dios ya nos ha dicho que un cristiano sólo debe casarse con otro cristiano.
“No
os unáis en yugo desigual con los incrédulos,” 2 Corintios 6:14.
Entonces
esta señorita ni tenía que orar sobre esto. Dios ha escrito claramente lo que
es Su voluntad en esta situación y no cambia de opinión.
A
veces una persona tiene interés en cierto empleo, pero sabe que en este empleo
hay cosas sobre las cuales tendrá que mentir y ser deshonesto. Dios ya nos ha
dicho lo que piensa de la deshonestidad en Colosenses 3:9 y 1 Corintios 6:9,10.
Entonces no es necesario preguntar a Dios si debemos trabajar en tal situación
cuando ya nos ha dicho Su voluntad en la Biblia.
La
Biblia no da una respuesta definitiva a muchas de las decisiones que
enfrentamos. Quizás sea un cristiano con quien deseas casarte y quieres estar
seguro de que esta persona en particular sea la elección de Dios para ti. O
quizás el trabajo en que tienes interés sea muy bueno y no tendrás que ser
deshonesto. ¿Cómo podemos descubrir la voluntad de Dios cuando la Biblia no
dice claramente que “sí” o que “no”?
2. Una manera
importante es por medio de la oración. Pide a Dios que te muestre Su voluntad y
que te dé Su paz sobre cuál elección debes hacer. Santiago 1:5 dice “si alguno
de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos
abundantemente.” Pide a Dios la sabiduría para conocer Su voluntad y hacer la
decisión correcta. Al seguir orando, obtendrás la paz sobre la dirección en
que Dios quiere que te muevas, y las oportunidades o se abrirán o se cerrarán
al buscar la dirección de Dios. Jeremías 33:3 dice “Clama a mí, y yo te
responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces". El
cristiano puede estar seguro de que Dios le mostrará Su voluntad para su vida, si
ora y espera la dirección de Dios.
3. Debemos hablar
con cristianos maduros o parientes. Esta es otra manera en que a veces podemos
descubrir la voluntad de Dios para nuestras vidas. Los ancianos de tu iglesia
local deben poder hablar y orar contigo sobre las decisiones que debes hacer.
Otra palabra para anciano es “pastor”. El pastor tiene la responsabilidad de
guiar y proteger a las ovejas del peligro. Dios ha dado esta responsabilidad a
cada anciano verdadero como también la sabiduría y el juicio para mostrarte
cosas que te ayudarán a decidir lo que sea la voluntad de Dios. Tito 1:8,9 dice
que un anciano debe amar lo bueno, ser sobrio y apto para enseñar la Palabra de
Dios.
Una
persona madura también tiene más experiencia y posiblemente pueda ayudarte a
ver cosas que no has considerado. Si te conoce, estará consciente de tus puntos
fuertes y débiles. Un hombre joven quería ser maestro; todos sus amigos eran
maestros y parecía un buen empleo. Oró sobre eso, pero todavía no sabía si era
la voluntad de Dios para él. Al fin habló con los ancianos y algunos de sus
parientes más maduros. Le recordaron cuán nervioso parecía ponerse cuando
hablaba delante de un grupo de personas y cómo balbuceaba. ¿Realmente creía que
esto cambiaría al terminar su preparación como maestro y tener que enseñar una
clase cada día? También le dijeron que habían notado el buen trabajo que hizo
cuando ayudó a hacer bancas para las clases de la escuela dominical. Y a todos
les gustó cómo ayudó a su vecino a reparar su techo cuando el viento lo dañó.
Le hicieron dos sugerencias. En primer lugar, debía practicar enseñar en grupos
pequeños para ver si desaparecía su miedo y sus dificultades al hablar. En
segundo lugar, debía orar y pensar en prepararse como carpintero.
4. Otra manera en que
Dios nos revela Su voluntad es por medio de las circunstancias. Las
circunstancias son las cosas que suceden en nuestras vidas que no podemos
controlar. A veces Dios muestra Su voluntad al permitir cosas que están fuera
de nuestro control. Quizás habías ahorrado dinero para comprar un terreno, pero
no sabías si Dios quería que compraras ese terreno. Luego un día mientras
todavía orabas, otra persona lo compra. Ya no está disponible; estas circunstancias
te muestran que no era la voluntad de Dios para ti.
O
quizás oras para ver si debes ser enfermera.
Crees
que Dios te quiere en cierta escuela, así que mandas tu solicitud por escrito.
La escuela te contesta diciendo “Lo sentimos mucho, estamos llenos para este
año y no hay lugar para más estudiantes”. Estas circunstancias te muestran que
ese instituto no era la voluntad de Dios para ti — a lo menos no este año.
Recuerda
que en 2 Corintios 12:7-9 Pablo dice que pidió al Señor tres veces que le
quitara su “aguijón en la carne”, pero Dios no lo hizo. Sabía que Pablo
aprendería a confiar en El más a causa de su aflicción.
Otra
cosa importante es recordar que Dios no siempre contesta nuestras oraciones en
seguida. A veces dice que “sí”, a veces que “no”, y a veces tenemos que
esperar. Parece que Ana esperó muchos años antes que Dios le concedió su deseo
de tener hijos, 1 Samuel 1:1 - 2:20. Él sabía cuándo era el tiempo apropiado, y
Ana fue bendecida con hijos, aunque no tan pronto como quería.
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