domingo, 16 de octubre de 2022

Características de una Asamblea en el Salmo 122

 

Este “cántico gradual” que el pueblo de Israel entonaba en compañía ofrece varias sugerencias sobre lo que es y debe ser una asamblea de Dios en los tiempos presentes. David cantaba que él se alegraba con los que le decían, “A la casa de Jehová iremos”. Veamos qué esperaban ellos encontrar allí.

La casa de Jehová, versículo 1

La asamblea es el lugar de la presencia del Señor; Él está en medio donde haya dos o tres congregados en su nombre; Mateo 18.20.

Una ciudad que está bien unida entre sí, v.3

La figura es de orden, actividad y desarrollo. Así será la asamblea donde impera el control del Espíritu. Allí hay conciudadanos de los santos”, y el edificio espiritual está bien coordinado y va creciendo.

Allá subieron las tribus, v.4

No es sólo que el pueblo de Dios sea congregado en una asamblea o iglesia local, sino que la debida condición allí les lleva hacia arriba a vivir en los lugares celestiales con Cristo Jesús.

Conforme al testimonio, v.4

Una congregación del pueblo de Dios es un candelero de oro que alumbra en las tinieblas, Apocalipsis 1.13. El reto es que seamos “irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”, Filipenses 2.15.

Para alabar, v.4

“Con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz”, Colosenses 1.12*.

Las sillas del juicio, v.5

La asamblea es un lugar de disciplina; “es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios”, 1 Pedro 4.17. Estas “sillas” en el Salmo son “los tronos de la casa de David”, conduciéndonos al pensamiento de Cristo reconocido como Señor soberano, la cabeza de la iglesia; Colosenses 1.18.

Pedid por la paz, v.6

Es un lugar de oración colectiva. En Hechos 2.42 “las oraciones” figuran como una de las actividades fundamentales en las cuales perseveraba la primera asamblea, la modelo.

Los que te aman, v.6

Había devoción al lugar donde Jehová había puesto su nombre, que en el Salmo es Jerusalén. Salomón había orado en cuanto a ese templo: “… que estén tus ojos abiertos de noche y de día sobre esta casa, sobre este lugar del cual has dicho: Mi nombre estará allí”, 1 Reyes 8.29. Donde hay amor sincero al Señor, lo habrá por el lugar donde Él ha puesto su nombre en el día de hoy.

La paz dentro de tus muros, v.7

Vemos en esta expresión una evidencia de la separación. En Nehemías 3 leemos del celo que había para construir los muros y las puertas en derredor de la casa de Dios, todo con el fin de proteger al pueblo de Dios adentro y asegurarse de que el enemigo se quedara afuera.

Descanso dentro de tus palacios, v.7

Los que estaban por dentro eran altamente favorecidos. Mientras que Israel obedecía a los estatutos de Jehová, El cumplía sus promesas en cuidarles y favorecerles; pero, cuando le dieron la espalda, El quitó su protección y ellos cosecharon las amargas consecuencias de su infidelidad. Si nosotros deseamos ver la bendición suya sobre nuestras labores, y contar con él en medio de nosotros, entonces tenemos que cuidar nuestro primer amor y darle a él el lugar que le corresponde “dentro de su palacio”.

Por amor de mis hermanos, v.8

La asamblea es un lugar de lazos estrechos de comunión. Nunca debemos dejar que los lazos terrenales estorben los costosísimos nexos espirituales que el Señor compró con su sangre en el Calvario. Una parcialidad manifestada, por ejemplo, en una cuestión de disciplina, o en cualquiera de las tantas actividades de una congregación, ha resultado ser muchas veces la causa de problemas profundos.

La paz sea contigo, v.8

Por tercera vez en este salmo corto encontramos una mención de la paz. Jerusalén quiere decir “fundado en paz”. Es una cualidad que debe caracterizar de una manera especial una asamblea del pueblo del Señor. La fundación firme la echó el Señor mismo, habiendo hecho la paz por la sangre de su cruz.

Él quiere que la paz gobierne nuestros corazones. ¿No debe esta misma paz manifestarse en la iglesia local?

Buscaré tu bien, v.9

La asamblea es también el objetivo de los propósitos más nobles del pueblo del Señor. Podemos manifestar éstos por nuestra presencia en las reuniones, por el ejemplo que damos a los demás en nuestra conducta, y por lo que aportamos a la asamblea en lo espiritual y en lo material.

 

Nota: * En Colosenses 1.12 al 22 encontramos siete razones por estar agradecidos, y ellas nos hacen saber qué es la Cruz para el creyente en Cristo:

Ø  nos hizo aptos

Ø  nos ha librado de la potestad de las tinieblas

Ø  [nos ha] trasladado al reino de su amado Hijo

Ø  tenemos redención

Ø  el perdón de pecados

Ø  haciendo la paz

Ø  nos ha reconciliado

En la misma sección de la Epístola hay nueve superioridades de nuestro Señor:

Ø  primogénito de toda creación

Ø  en él fueron creadas todas las cosas

Ø  él es antes de todas las cosas

Ø  todas las cosas en él subsisten

Ø  él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia

Ø  el primogénito de entre los muertos

Ø  para que en todo tenga la preeminencia

Ø  en él habitase toda plenitud

por medio de él reconciliar consigo todas las cosas.


Santiago Saword

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