En el Nuevo Testamento no
vemos ninguna reunión de jóvenes, ni ninguna reunión de mujeres. Toda la
iglesia se reúne, como vemos en el siguiente texto: "Y perseveraban en
la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento
del pan y en las oraciones". Hechos 2.42.
Todos los que toman la Cena
del Señor deben también reunirse para "orar". La oración es un
privilegio y a la vez una responsabilidad de los que
están en comunión en una asamblea. El patrón apostólico incluye todo lo que
vemos en Hechos 2.42. Los que se reúnen para partir el pan deben estar también
en la reunión para el ministerio de la Palabra, y en la reunión de oración.
Es curioso que los musulmanes
van a la mezquita para orar 5 veces cada día, o sea, 35 reuniones cada
semana. En cambio, a veces a los cristianos les cuesta acudir a orar sola
una vez cada semana. Revisemos nuestras prioridades. (Mt. 6.33; He. 10.25).
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