domingo, 28 de diciembre de 2025

¿Qué es y qué simboliza la ofrenda vegetal u oblación?

 


La ofrenda vegetal aparece en el capítulo 2 del libro de Levítico. Es una ofrenda que el oferente presenta y que el sacerdote recibe. Puede consistir en:

  • Flor de harina
  • Tortas cocidas en horno, sartén o cazuela
  • Primicias de espigas tostadas, cuyos granos eran ofrecidos

Todas estas ofrendas debían incluir sal, aceite e incienso, y nunca podían contener levadura ni miel.

¿Qué simbolizan?

Estas ofrendas representan la humanidad sin pecado del Señor Jesucristo, plenamente agradable a Dios. Sus acciones ascendían como “olor grato” al Padre, ya fuera en su vida diaria, en su sufrimiento que tuvo que pasar en esta tierra.

·         1 Pedro 2:22: "El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca". 

·         2 Corintios 5:21: "Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en él". 

·         Hebreos 4:15: "Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado". 

·         Pasajes como Mateo 4:1-11, Lucas 4:1-13 demuestran que fue tentado y no pecó; además del relato que nos dan los evangelios de su vida, no hay ningún atisbo de pecado.

Flor de Harina

No se trataba de cualquier harina, sino de flor de harina: la más fina y pura. Simboliza la pureza del Señor, sin pecado.

Podía presentarse como harina suelta, de la cual el sacerdote tomaba un puñado y lo quemaba en el altar, o como tortas cocidas en horno, sartén o cazuela, representando sus padecimientos cuando estuvo en esta tierra. Estos padecimientos no tienen relación con el pecado.

Sal:

                La sal, común en la vida diaria para dar sabor y conservar alimentos, tiene un profundo simbolismo:

·         Santidad: la sal se utiliza para purificar y habla de la santidad, de la separación del pecado de nuestro Señor.

·         Fidelidad: Se usaba para sellar pactos (Levítico 2:13), reflejando la fidelidad del Señor a Dios y a sus mandamientos.

·         Conservación: Cristo se preservó de toda contaminación.

·         Inmutabilidad: La sal no pierde su naturaleza, simbolizando que el Señor es inmutable, sin sombra de variación.

Aceite: Nos habla que estaba lleno del Espíritu Santo en todas sus acciones.

Incienso: Simboliza que toda la vida de Cristo fue un aroma agradable a Dios. Refleja sus perfecciones. Aun sus detractores reconocieron:

·         “¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre!” (Juan 7:46)

·         “Y se admiraban de su doctrina, porque su palabra era con autoridad.” (Lucas 4:32)

Lo que no debía llevar.

La ofrenda no debía contener levadura ni miel:

·         Levadura: Representa la corrupción o el pecado. Cristo fue sin pecado.

·         Miel: Simboliza lo dulce y atractivo según la naturaleza humana. Jesús no se dejó guiar por preferencias humanas, sino que priorizó el servicio al Padre (Lucas 2:49), incluso por encima de vínculos familiares (Marcos 3:31–35).

La Parte de los Sacerdotes.

Una vez examinada la ofrenda y confirmada su conformidad con lo prescrito, él tomaba una parte y le añadía aceite, sal e incienso (según corresponda), y la quemaba en el altar, y subía en “olor grato”, y lo que quedaba era “cosa santísima” para el sacerdote (vea Levítico 6:14-18).

¿Podemos ver en esta figura a la iglesia alimentándose, “en el lugar santo”, de las perfecciones de nuestro Señor Jesucristo?

S.K.R.

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