viernes, 2 de enero de 2015

Tesoros Escondidos

Los gobernantes sajones acumula­ron durante siglos valiosos tesoros de sus antepasados. Entre estos se halla­ba un huevo de plata regalado a una reina.
Al tocar un cierto resorte se abría el huevo y aparecía una yema de oro. En esta yema se hallaba una pequeña gallina y cuando se le tocaba las alas, estas se abrían y aparecía una corona engastada en joyas. Luego al tocar otro resorte secreto se abría la corona y aparecía un hermoso anillo de diaman­te. Un tesoro escondido en otro tesoro.
Así es la salvación. El don en sí mismo es un gran tesoro; pero además contiene muchos otros tesoros escon­didos. Cuando recibimos la salvación por gracia la apreciamos mucho, pe­ro al oprimir su resorte secreto descu­brimos muchos nuevos tesoros escon­didos. Así empezamos a apreciar dig­namente su verdadero e inmenso va­lor.
Resortes secretos, si son secretos; pero hay manera de hallarlos perma­neciendo a los pies de Jesús aprendien­do de Él. Jesús quiere ser vuestro ami­go más íntimo y está dispuesto a re­velarnos cosas secretas cuando desea­mos conocer los tesoros de la gracia. Él puede mostrarnos los resortes se­cretos que revelan estos tesoros escon­didos en el plan de Dios. Allí hallará el lector tales tesoros que lo harán ex­clamar con la reina de Saba: "¡Ni aun la mitad se me había dicho!
Sendas de Vida 1977.

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