lunes, 20 de junio de 2022

Disfrute su Biblia (6)

 

INDICADORES PARA LIBROS ESPECÍFICOS

William Macdonald


EL ANTIGUO TESTAMENTO

Mucho de lo que hemos estudiado juntos será útil para estudiar la Palabra de Dios. Sin embargo, como la Biblia es una biblioteca de 66 libros escritos por varios hombres inspirados por Dios en diferentes eras de la historia de la salvación, existen algunos buenos indicadores que nos ayudarán a entender las circunstancias especiales de libros tan variados como Job, Hechos y Apocalipsis.

Usted debe saber que los libros históricos lo llevarán desde la creación hasta 400 a.C. Los primeros cinco son llamados Pentateuco (cinco rollos) o Torá (instrucción).

La mayoría de los libros históricos se continúan cronológi­camente.

 

1.  EL PENTATEUCO

Génesis va desde la creación hasta la muerte de José. Éxodo lo continúa cronológicamente hasta el capítulo 19:1-2, cuando el pueblo alcanzó el Monte Sinaí.

El resto de Éxodo, todo Levítico, y Números 1:1-10:10 usan al Sinaí como su escenario.

El resto de los capítulos de Números describen la travesía de Israel hacia la Tierra Prometida. AI final, se encuentran en los Llanos de Moab, al este del río Jordán.

Deuteronomio ocurre en los Llanos de Moab.

 

2.  LOS LIBROS HISTÓRICOS

Josué describe la conquista de Canaán y la división de la tierra entre las doce tribus.

Jueces habla de las subsecuentes apostasías de Israel y de las liberaciones que ocurrieron a través de líderes militares designa­dos por Dios.

Rut y los eventos circundantes a su historia, tienen su lugar durante el tiempo de los Jueces.

1  Samuel es la historia del primer rey de Israel (Saúl), nombrado por Samuel, y que luego se ensaña crecientemente contra David.

2  Samuel. David sucede a Saúl, y pasa de los triunfos a la tragedia.

En 1 Reyes, Salomón sucede a David, reina gloriosamente, y cae. Su hijo, Roboam, actúa neciamente, causando la división del reino.

1  Crónicas es un paralelo más amplio de 1 y 2 Samuel, pero es más bien una interpretación espiritual, no tanto un recuento histórico.

2  Crónicas es un paralelo de 1 y 2 Reyes, también una perspectiva espiritual, el cual concluye con el decreto de Ciro, que permitió que los judíos salieran de su cautividad.

Esdras y Nehemías relatan sobre las expediciones que volvie­ron a Israel como resultado del decreto de Ciro. El final de Nehemías es la conclusión de la historia del Antiguo Testamento.

Los eventos en Ester transcurrieron entre el sexto y séptimo capítulos del Esdras, y habla de los judíos que escogieron no regresar a casa.

Los capítulos de Génesis 1-11 tratan sobre la historia tem­prana de la raza humana. Desde Génesis 12 hasta el final del Antiguo Testamento, el registro incluye casi exclusivamente a la nación de Israel. Otras naciones son mencionadas sólo por el hecho de haberse relacionado con Israel.

Recuerde que muchas de las personas y cosas que lee aquí son figuras simbólicas, apuntando hacia la era del Nuevo Testamento.

También recuerde que las experiencias del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento tienen la intención de transmitirnos lecciones espirituales a nosotros (Rom. 15:4; 1 Cor. 10:11).

Hoy en día, los ríos del Medio Oriente (Tigris y Eufrates, por ejemplo) no siguen necesariamente los mismos caudales exactos que sus homólogos en tiempos anteriores al diluvio. Ese hecho hace imposible decir con exactitud dónde se encon­traba el huerto de Edén.

Cuando hablamos del sistema sacrificial, es importante saber qué significa expiación. Los judíos eran el pueblo del Dios y eran salvos — como pueblo, en todas sus dispensacio­nes - por fe en el Señor. Cuando creían cualquier revelación que Dios les daba, El los salvaba. Pero entonces, aparecía el problema de permanecer en comunión con El, o estar en condiciones adecuadas para acercarse a Él en adoración. Sus pecados eran perdonados cuando confiaban en Él, pero se volvían inmundos cuando lo desobedecían. Los sacrificios tenían que ver con la profanación. Proveían un ritual de lim­pieza, pero eran totalmente incapaces de limpiar un solo pecado (Heb. 10:4). La expiación (o “cobertura” en el origi­nal), tiene que ver entonces con una limpieza ceremonial externa, pero nunca otorgaba una conciencia limpia respecto al pecado.

Expiación no es una palabra del Nuevo Testamento.7 Sin embargo, en el uso común, adoptó el significado de reconci­liación con Dios a través de la obra sacrificial de Cristo en la cruz. Hablamos de la obra expiatoria de Cristo, por medio de la cual el pecado fue saldado.

Muchos creyentes nuevos tienen dificultades cuando llegan al tema del Reino Dividido en 1 y 2 Reyes (tam­bién en 2 Crónicas). Es útil tener alguna información básica. Después de la muerte de Salomón, el reino fue dividido en dos partes. Diez tribus fueron gobernadas por Jeroboam. Este era el reino del norte, también conocido como Israel. Dos tribus fueron gobernadas por el hijo de Salomón, Roboam. Este era el reino del sur, mejor cono­cido como Judá.

Israel tuvo 19 reyes, todos malvados, y 9 dinastías o fami­lias. Esto continuó hasta el año 721 a.C. cuando fue hecho cautivo por Asiria.

Judá tuvo 20 reyes, todos de la misma dinastía o línea de sangre. Esta es la línea por la que el Señor Jesús heredó el dere­cho al trono de David. Los reyes buenos de Judá fueron Asa, Josafat, Joás, Azarías, Jotam, Ezequías, y Josías. Judá fue tomada cautiva por los babilonios en el 586 a.C.

A menudo, el reinado de un rey se describe en conexión con un rey del otro reino. Por ejemplo,

En el año dieciocho del rey Jeroboam hijo de Nabat, Abiam comenzó a reinar sobre Judá (1 Re. 15:1).

Existieron varios reyes en ambos reinos que tuvieron el mismo nombre: Amazías, Joram, Joacaz, Joás. Hubo dos reyes con el nombre Jeroboam en el reino del norte; el segundo gene­ralmente se identifica como Jeroboam II.

Observe cómo también hay nombres que tienen sus alter­nativos: Azarías, Uzías; Joacim, Jeconías; etc.

La mejor manera de tener una clara idea del reino dividido es hacernos nuestro propio esquema. Comencemos en 1 Reyes con Roboam, poniéndolo en la lista como el primer rey de Judá. Luego, en una columna opuesta, pongamos a Jeroboam como el primer rey de Israel (1 Re. 12:20). Haga usted el resto, haciendo una lista de cada rey en 1 y 2 Reyes, especificando la duración aproximada de su reinado (no podrá hacerlo con exactitud). Esto mostrará quién estaba reinando en un reino a la vez que otro reinaba en el opuesto. Al final del reino del sur, deje un espacio para los 70 años de la cautividad de Babilonia, y otro espacio final para los que volvieron de la cautividad en tiempos de Esdras y Nehemías. Guarde este esquema para cuando llegue a los Libros Proféticos, y así podrá registrar cuándo ministró cada uno de los profetas.

 

3.  LOS LIBROS POÉTICOS

Dios es el poeta más grande. Su Palabra está llena de poesía. Esto incluye, en ocasiones, citas en los libros históricos, mayormen­te de los Profetas, y aun en el Nuevo Testamento, especialmente en Apocalipsis. Pero existen cinco libros que son pura poesía en forma y estilo. Estos incluyen desde Job hasta Cantar de los Cantares.

(A)   EL LIBRO DE JOB

Job es un largo poema de estilo dramático. Aun muchos no creyentes admiran sus profundos pensamientos y su encantador estilo. Es útil recordar que Job probablemente vivió en el tiempo registrado en Génesis 11 — tiempos de Taré, el padre de Abram.

Los personajes principales en este libro son Dios, Job, Satanás, Elifaz, Bildad, Zofar, y Eliú.

Hay seis actos principales en este drama. Los tres amigos de Job toman demasiados capítulos insistiendo que la condición de Job era el resultado del pecado en su vida. Estaban en lo cierto al generalizar que el pecado trae sufrimiento, pero estaban equi­vocados al aplicarlo al caso de Job.

Es importante entender la diferencia entre la paciencia y la resis­tencia. Job no era muy paciente, pero seguro que tuvo que resistir.

El libro no resuelve el problema de por qué sufren los justos. Dios se revela como Creador y Sustentador, quien merece la confianza total, sin importar lo que nos pase en la vida.

Incluso se puede encontrar a Cristo en el libro de Job. Lea, por ejemplo, el 19:25:

Pero yo sé que mi Redentor vive, y que al fin se levantará sobre el polvo.

 

(B) EL LIBRO DE LOS SALMOS

Primero que nada, deberíamos ver a los Salmos como capí­tulos de experiencias de la vida real de los escritores. Pero tam­bién reflejan las experiencias de la nación de Israel.

Muchos de ellos son profecías del Mesías; a estos Salmos los denominamos Mesiánicos.

Ningún estudio de los Salmos está completo a menos que los apliquemos a las circunstancias cambiantes de nuestra vida.

Intente discernir dónde existen diálogos en los Salmos y quiénes son los que hablan. Por ejemplo, el Salmo 102: versícu­los 1-11, el Señor Jesús; versículos 12-15, Dios Padre; versículos 16-22, posiblemente el Espíritu Santo; versículos 23-24a, otra vez el Señor Jesús; versículos 24b-28, Dios Padre.

Algunos de los salmos invocan la ira de Dios sobre el ene­migo. Estos son llamados imprecatorios, porque piden una maldición. El lenguaje permitido para los judíos que viven bajo la ley no es necesariamente adecuado para los cristianos que vivimos bajo la gracia. Sin embargo, cuando oramos “Venga tu reino”, en efecto, estamos orando por la destrucción de los enemigos de Dios, porque antes de que pueda venir el reino de Cristo, sus adversarios deben ser abatidos.

En algunas versiones de la Biblia (en el hebreo original y en algunas versiones de lenguajes extranjeros), los títulos son con­siderados parte del salmo, y por tanto son contados como el verso 1. Esto significa que todos los versículos subsecuentes son contados como uno más.

 

(C)   EL LIBRO DE LOS PROVERBIOS

Primero, es bueno saber qué es un proverbio. Es una frase corta de sabiduría o verdad y que está armada de tal manera que es fácil de recordar. El propósito principal de los Proverbios es enseñar sabiduría.

Parece haber un fluir del pensamiento en los primeros nueve capítulos (en los que dos mujeres son prominentes), en el 16:1-11 (dirección), en el capítulo 24 (note las repeticiones de la palabra “no”), y en los últimos dos. La mayor parte del resto del libro parece estar compuesta por proverbios aislados sin conexión obvia entre ellos. Sin embargo, puede existir un orden que no discernimos. Siempre permítase esa posibilidad cuando estudie cualquier parte de la Biblia.

A través de los siglos muchos creyentes han leído un capítu­lo de los Proverbios por día. Este libro tiene un capítulo por cada día del mes; la lectura continua y la relectura con el tiempo incrementará nuestra comprensión de lo que es la sabiduría y el discernimiento para el diario vivir.

 

(D)   EL LIBRO DE ECLESLASTÉS

Este es un libro tanto hermoso como desconcertante, mien­tras no se pone la llave en la puerta. Dicha llave es la frase “bajo el sol,” la cual se repite 29 veces.

Esta es la búsqueda bajo el sol que Salomón hizo sobre el significado de la vida. El intenta encontrar satisfacción en la educación, el materialismo, el placer, el vino, el sexo, el entrete­nimiento, y todos los medios posibles, llegando a la triste con­clusión de que nada en el mundo puede satisfacer al corazón humano. Todo es vanidad e ir tras el viento.

El nombre de Dios que encontramos en este libro es Elohim, pero nunca se usa el nombre Jehová (el Dios de pac­tos). Un hombre puede conocer que existe un Elohim (Poderoso) a través de las obras de la creación, pero sólo puede conocer a Jehová por revelación divina.

Puesto que el pensamiento del hombre está lejos de la reve­lación divina, algunas conclusiones son ciertas, otras son verda­deras en parte, y otras no son ciertas en absoluto. Sin embargo, esto no afecta el hecho de que el libro sea inspirado. La inspira­ción no garantiza la certeza de lo que Satanás o el hombre lla­man “bajo el sol”.

 

(E)    CANTARES DE SALOMÓN

Como Cantares se encuentra en el Antiguo Testamento, su interpretación se relaciona con Israel, no con la iglesia. Quizá pueden hacerse aplicaciones espirituales del amor de Cristo por la iglesia, pero ese no es el mensaje principal.

El versículo clave lo encontramos tres veces:

¡Yo os conjuro, hijas de Jerusalén... que no desper­téis a mi amor! ¡Dejadla dormir mientras quiera! (2:7; 3:5; 8:4).

Este libro es una protesta contra la infidelidad en la relación del matrimonio. Israel estaba casada con el Señor, pero le estaba siendo infiel y se había ido tras otros ídolos.

El lenguaje original del Antiguo Testamento a menudo indica si la persona a la que se refiere es hombre o mujer, y si se habla a una persona o a varias. Algunas versiones de la Biblia indican el sexo y el número.

Los personajes principales son la Sulamita, las hijas de Jerusalén, Salomón, y un pastor de quien no se conoce nombre.8

Cuando Salomón está en escena, todo habla de lujo, mag­nificencia, y realeza. Cuando el amoroso pastor entra en escena, todo el ambiente es rural y pastoral.

Salomón busca cortejar y conquistar a la Sulamita para agregarla a su harén. Pero ella se muestra inmune a sus encantos. Entonces, en el último capítulo, aparece su amado para recla­marla como propia.

Disfrute su Biblia, cap. V.

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