Isaac y el cordero
Génesis 22:1-14
Éstos hermosos
versículos nos muestran que Abraham quería ofrecer a Isaac en sacrificio a
Dios. En esto, Abraham es una Figura de Dios mismo que ofreció a su único Hijo
como sacrificio por el pecado. En este capítulo también leemos de un cordero
que murió en lugar de Isaac. Este cordero es una figura del Cordero de Dios,
que murió por nosotros. Así que, hay dos figuras de Cristo en este capítulo.
Pensemos
primero acerca de Isaac, el hijo amado de Abraham. En el vs. 2 leemos que él
era el único hijo de Abraham y que Abraham lo amaba. Dios no reconoció a
Ismael, el hijo de Agar porque Agar no era la esposa de Abraham. Sara era la
esposa de Abraham y las promesas de Dios eran por Isaac, el hijo de Sara. Pero
ahora, Dios ordena a Abraham tomar a este hijo, a través del cual las promesas
serían cumplidas y ofrecerlo en holocausto.
En
estos versículos, Abraham nos habla de Dios e Isaac del Señor Jesucristo, el
Hijo de Dios. Véase Marcos 1:11. Abraham no rehusó ofrecer a su hijo en
sacrificio. Dios tampoco negó a su propio Hijo, sino que lo ofreció por todos
nosotros, Romanos 8:32.
Isaac
era el hijo que Dios había prometido a Abraham y es figura de Cristo, a quien
Dios prometió enviar al mundo, Génesis 17:16; 3:15; Isaías 7:14.
El
nacimiento de Isaac había sido un milagro porque sus padres eran muy ancianos
para tener hijos, Génesis 18:11. El nacimiento de Jesús aquí en la tierra, fue
también un milagro, porque él no tuvo padre humano. Dios mismo fue su padre. El
Espíritu Santo vino sobre María cuando ella era virgen y ella dio a luz al
Señor Jesús sin haber estado con un hombre. Ambos, Isaac y Cristo, nacieron
como Dios lo había prometido antes, Génesis 21:2 y Gálatas 4:4.
Dios
dijo a Abraham cuál debía ser el nombre de su hijo, antes de que Isaac naciera,
Génesis 17:19. Él también dijo a José qué nombre debería dar al hijo de María
antes de que naciera, Mateo 1:21.
Abraham
amaba a Isaac e Isaac obedeció a su padre. Ellos estaban contentos cuando iban
juntos al monte Moriah, donde Abraham lo ofrecería a Dios, Génesis 22:2-6. El Señor
Jesús también fue obediente a su padre; él pudo decir que siempre hizo la
voluntad de su Padre, Juan 8:29. Abraham creía a Dios y sabía que Dios
cumpliría sus promesas, aun cuando Isaac muriera. Por eso dijo a sus siervos
que él e Isaac irían a adorar y que volverían a ellos, vs. 5.
Abraham
e Isaac subieron a la montaña juntos para preparar el sacrificio. Abraham
construyó el altar, arregló la leña, ató a su hijo, Isaac, y lo puso sobre el
altar, sobre la leña. Luego, Abraham tomó su cuchillo y alzó su mano, listo
para sacrificar a su hijo.
Estas
cosas son ciertamente un cuadro de la cruz donde Dios el Padre ofreció a su
amado y único Hijo. La sangre de Jesús fue derramada cuando murió en sacrificio
por nuestros pecados.
La
voz de un ángel evitó que Abraham sacrificara a Isaac, pero Dios permaneció en
silencio cuando los hombres crucificaron a su Hijo. Él no evitó la muerte de su
Hijo, sino que lo dió en sacrificio por todos nosotros.
En
Génesis 22 vemos que Isaac fue liberado de la muerte, llegando a ser así un
tipo del Señor Jesucristo cuando resucitó de la muerte.
Ahora consideremos la
segunda figura de Cristo en este capítulo. Isaac preguntó a su padre dónde
estaba el animal para el sacrificio, vs. 7. Abraham respondió que Dios lo proveería,
vs. 8. Ahora, después que el ángel habló, ahí estaba el animal trabado por sus
cuernos en una zarza, vs. 13. Dios lo había provisto para morir en lugar de
Isaac y él quedó libre. Entonces, Abraham tomó el animal y lo ofreció en
holocausto en lugar de su hijo, vs. 13.
Este
animal es también un tipo o figura de Cristo. La sangre de Cristo fue derramada
para redimir a los pecadores. Pedro nos dice que nosotros fuimos liberados por
la preciosa sangre de Cristo, que fue como cordero sin mancha, ni defecto, 1 Pedro
1:18,19.
No hay comentarios:
Publicar un comentario