“Reposa, hija mía, hasta que sepas cómo cae la
cosa: porque aquel hombre no parará hasta que hoy concluya el negocio”.
El libro de Ruth es muy rico en verdad
típica y en las palabras de Noemi, tenemos lo que concierne al creyente de hoy
día, redimido por la sangre de Cristo. Cada uno espera la redención completa de
Mesías 1,14: "la redención de la posesión adquirida para alabanza de su
gloria”. Entre tanto el cristiano tiene que pasar por varias experiencias, la
mayor parte de las cuales le habilitarán para las responsabilidades de la vida
eterna. Estas experiencias están claramente delineadas en las palabras de
Noemi.
1. --REPOSA HIJA MIA. Aquí tenemos el descanso
divino y espiritual de Mateo 11.28: ‘‘Venid a mí todos los que estáis
trabajados y cargados, que yo os haré descansar”, y de Hebreos 4.8: ‘‘Empero entramos
en el reposo los que hemos creído, de la manera que dijo”. Este descanso puede
ser estorbado por las injusticias y persecuciones que sobrevienen en la vida
del creyente, pero tarde o temprano él vuelve al descanso divino y espiritual
que brota de la realización de que a lo menos una de las grandes cuestiones
de la vida, es decir el pecado, ha sido arreglado con Dios satisfactoriamente.
En 1 Juan 3.8,9 tenemos esta verdad: "El que hace pecado, es del diablo;
porgue el diablo peca desde el principio. Para esto apareció de Dios, para
deshacer las obras del diablo. Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado,
porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios”. El
diablo peca desde el principio, es decir, continuamente sin el deseo de cesar
de pecar y lo hace sin remedio. Mas el creyente, no peca de esta manera. Si
peca, puede arreglar la falta con Dios: ‘‘Hijitos míos, estas cosas os escribo,
para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el
Padre, a Jesucristo el justo; Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y
justo para que nos perdone nuestros pecados, y nos limpie de toda maldad” 1 Jn.
2.1; 1.9, Obteniendo el perdón, lavado el pecado, el corazón vuelve al estado
de paz y descanso espiritual,
2. -HASTA QUE SEPAS COMO CAE LA COSA. Aquí
tenemos la esperanza de la fe. A veces, parece que las cosas de nuestra vida
van muy mal y nuestra fe está puesta a prueba. Las palabras de 2 P, 2.4 nos
dicen: ‘‘¿Dónde está la promesa de su advenimiento! porque desde el día en que
los padres durmieron, todas las cosas permanecen, así como desde el principio
de la creación”. Vemos que el pecado triunfa y la maldad impera. Nadie sabe lo
que está delante de los acontecimientos de su vida, y en él entre tanto, el
creyente forma parte de la compañía de Hebreos 6.12: ‘‘Que no os hagáis
perezosos, más imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las
promesas”.
3. -PORQUE AQUEL HOMBRE NO PARARA. En estas
palabras vemos prefigurada la administración de Dios en los asuntos del mundo.
Dios no dejó a Jacob hasta que había cumplido todos sus propósitos para con
él. ‘‘Y he aquí, yo soy contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres, y
te volveré a esta tierra: porque no te dejaré hasta tanto que haya hecho lo que
te he dicho” Gn. 28.15. Lo que a veces parece que desarregla nuestra vida es
algo en los propósitos de Dios que hace evitar tener que arreglar en el
Tribunal de Cristo: ‘‘Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el
tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por
medio del cuerpo, ora sea bueno o malo” 2 Co. 5.10. Dios, no dejó a Jacob hacer
lo que él quería y al obligarlo a hacer Su voluntad, resultó la nación Judaica
de la cual vino el Mesías, Cristo Jesús. Podemos ver la misma disciplina en
las vidas de Abraham, David, Salomón y otros en el linaje mesiánico. Si obraban
de acuerdo con la voluntad de Dios, se les dejaba, pero si se desviaban del
camino que antes Él les había trazado, no los dejaba hasta que las cosas se
habían arreglado de acuerdo con el plan divino.
4. -HASTA QUE HOY CONCLUYA EL NEGOCIO. Aquí
vemos la gloriosa consumación, Dios concluye el negocio en su propio tiempo.
Su "hoy” ha durado ya casi dos mil años, pero al fin vendrá el Señor,
según el plan de Dios. Todavía es el “hoy” de la gracia, cuando los hombres
pueden ser salvos. Cuando el Señor tuvo doce años comenzó el "negocio” de
su Padre y el fin de su obra lo vemos en Apocalipsis 21.6, donde dice: "Y
díjome: Hecho es. Yo soy Alpha y Omega, el principio y el fin”. El negocio
pues, de Noemi tuvo su fin.
(a) La herencia fue redimida según la ley,
(b) El casamiento de Ruth, según la voluntad de
Dios en el linaje del mesías; de Booz vino David de quien vino el Salvador del
mundo.
E. Gray
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