domingo, 29 de septiembre de 2024

LEYENDO DIA A DIA 1 CORINTIOS (6)

 

6.1 al 11 El cristiano y los tribunales


Los conflictos entre hermanos pueden surgir, y surgen. ¿Cómo resolverlos? Llevemos en mente que esta sección trata exclusivamente de situaciones que se presentan entre creyentes. Es evidente que los corintios se acudían a los tribunales, el uno contra el otro, vv 6, 7, y Pablo expresa sorpresa ante su falta de sabiduría, v. 2. A la luz de mayores responsabilidades por delante, dice, ellos deben contar con la capacidad y el derecho de juzgar sus propios asuntos internos.

Él describe esos tribunales como “los injustos” y “los incrédulos”, y afirma que recurrir a los tales para resolver nuestros problemas es injusto, v. 1, vergonzoso, v. 5, y un defecto evidente, v. 7.

Él sugiere el procedimiento correcto. Tiene que haber en la asamblea al menos un hombre sabio y capaz de arbitrar, v. 5.

Pero hay un procedimiento mejor, y es el de sufrir el agravio, o permitir que le defrauden a uno. En vez de vindicarse, ¿no sería ésta una manera mejor para desplegar la ley de Cristo? “Oísteis que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente. Pero yo os digo: No resistáis al que es malo; antes, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. Orad por los que os ultrajan”, Mateo 38, 39, 44. Bienaventurados los misericordiosos, a saber, los que no insten en sus derechos. Los testimonios han sido perjudicados por las demandas judiciales.

Ahora deja al descubierto la verdad del asunto. Ustedes, alega, se dañan a sí mismos y defraudan aun a sus hermanos. Los vv 9, 10 nos asustan, pero Pablo les hace recordar que esos términos tan feos se aplicaban una vez a algunos de ellos, pero ahora han sido cambiados por la gracia transformadora de Dios, v. 11. Habían sido lavados de la contaminación del pecado (y el tiempo del verbo aquí es el activo), y de esta manera se habían puesto aparte de otros para Dios. Por esto estaban separados para siempre (i) de lo que eran, y (ii) a lo que han llegado a ser; y han sido justificados plenamente ante Dios en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.

Lección: No somos lo que éramos, de manera que nuestra conducta no debe ser lo que era.

por S.Emery


No hay comentarios:

Publicar un comentario