Perseverancia en la vida cristiana
Aunque el Señor no marcó
fecha, ni día, ni hora para su venida otra vez a los aires a buscar a su pueblo
redimido por su sangre, sí dejó descrito doctrinalmente la ocupación y
vigilancia que los creyentes deben hacer mientras se cumple la promesa de su advenimiento.
Cuatro lecciones de sumo
interés son bien definidas en los Evangelios y las Epístolas.
“Mirad,
velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo ... Como el hombre que,
partiendo lejos, dejó su casa, y dio facultad a sus siervos, y a cada uno su
obra, y al portero mandó que velase.” (Marcos 13:33,34)
Esta
enseñanza nos pone por delante el cumplimiento de nuestra responsabilidad.
Llama la
atención cuatro encargos que el Señor hizo:
• dejó su casa: Esta es su Iglesia en este
mundo, de la cual todos los creyentes formamos parte.
• dio facultades a sus siervos:
Estos son los talentos o dones en su pueblo, unos con más, otros con menos, y
todos estos deben dar satisfacción de su trabajo al dueño de los talentos.
“Porque el
siervo que entendió la voluntad de su Señor y no se apercibió, ni hizo conforme
a su voluntad, será azotado mucho ... Mas el que no entendió e hizo cosas
dignas de azote, será azotado poco. Porque a cualquiera que fue dado mucho,
mucho será vuelto a demandar de él, y al que encomendaron mucho, más le será
pedido.” (Lucas
12:47,48)
• a cada uno su obra:
Ninguno es llamado en vano. La viña del Señor es muy extensa donde todos tienen
su obra. ¿Se ha visto alguna abeja inactiva en la colmena? Sólo el zángano, y
es echado fuera. Hay tiempo en que la abeja tiene que volar muchos kilómetros
para hallar el polen de la flor con que ha de trabajar en su colmena.
• al portero mandó que velase: Los ancianos tienen una doble carga,
la de ellos mismos y la del pueblo. Como pastores tienen que velar por el
cuidado del rebaño, velar la puerta porque no entren los “lobos rapaces,”
falsos profetas, falsas y nuevas doctrinas, el mundo con sus modas e
innovaciones.
Esta lección está relacionada con mis hermanos.
“Mirad
por vosotros que vuestros corazones no sean cargados de glotonería y
embriaguez, y de los cuidados de esta vida, y venga de repente sobre vosotros
aquel día.” (Lucas 21:34)
Esta lección nos pone por delante el cumplimiento de
nuestra fidelidad.
“Glotonería” está íntimamente ligada con pesadez. “Vientres perezosos,”
posiblemente dormidos. “Embriaguez,” dados a los deleites y licencias,
descuidando su lugar de firmeza y vigilancia. “Cuidado de esta vida,” amando la
prosperidad y codicias de las riquezas.
Esta
enseñanza tiene una relación personal. Tres atributos deben sobreponerse a ese
estado. Limpieza de vida, vigilancia y firmeza.
“Vosotros
sabéis bien, que el día del Señor vendrá, así como ladrón de noche, que cuando
dirán paz y seguridad entonces vendrá sobre ellos destrucción de repente como
los dolores a la mujer en cinta; y no escaparán.” (1 Tesalonicenses 5:1-3)
Esta escritura nos hace apelar al desarrollo de nuestra inteligencia
para conocer los tiempos y los momentos que cruza el mundo en las últimas
convulsiones de moribundo.
Dijo el apóstol: “No tenéis necesidad que os escriba; vosotros sabéis
bien.” Los momentos son de expectativa. El mundo “duerme como los borrachos.”
Ellos están confiando en sus contratos a expensas de la guerra fría y la
tensión de nervios. Mientras tanto los hombres se sumergen en el pecado y
olvido de Dios.
Estos
textos nos hablan de nuestra sabiduría para andar en este mundo. (Efesios 5:15)
“Ahora
hijitos perseverad en él, para que cuando apareciere tengamos confianza y no
seamos confundidos de él en su venida.” (1 Juan 2:28)
El amor a Cristo nos debe unir a Él
por medio de una continua y perfecta comunión. “En todo tiempo ama el amigo.”
Creo que nuestra paz y perfecta felicidad depende de nuestra obediencia. “Por
tanto procuramos también, o ausentes, o presentes, serle agradables.” (2
Corintios 5:9)
José Naranjo
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