El
"hombre natural" y el hombre "espiritual"
Los términos que
tienen que ver con los hombres naturales y espirituales se
encuentran en 1ª Corintios 2: 14, 15. "El hombre natural no percibe las
cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede
entender, porque se han de discernir espiritualmente. En cambio, el espiritual
juzga[discierne] todas las cosas; pero él no es juzgado [discernido] de nadie".
Este pareado contrasta a los hombres que no tienen el Espíritu de Dios con los
que sí lo tienen.
EL
HOMBRE NATURAL
El "hombre natural" es
un término usado para describir al hombre en su condición perdida aparte del
nuevo nacimiento. Sin la nueva vida y sin el Espíritu morador él no tiene una
facultad interna para procesar y entender los conceptos espirituales y la
verdad. Por lo tanto, él está completamente desprovisto de la comprensión de la
revelación divina. Él tampoco puede encontrar a Dios mediante su propia
búsqueda. (Job 11: 7). En esta condición, el "hombre natural",
No puede "ver" (Juan
3: 3).
No puede "entrar"
(Juan 3: 5).
No puede "recibir"
(Juan 3: 27, 32).
No puede "venir" (Juan
6: 44, 65).
No puede 'saber' [entender]
(Juan 8: 14).
No puede 'escuchar, oír'
(Juan 8: 43, 47).
No
puede "agradar a Dios" (Romanos 8:8).
En el versículo 9 de
este capítulo 2 de 1ª Corintios Pablo cita a Isaías para mostrar que los
hombres tienen tres maneras principales de aprender, — el "ojo"
— observación, el "oído" — tradición (oír cosas
que han sido transmitidas por generaciones anteriores), y el "corazón"
— intuición (mediante los instintos del corazón). Pero estos tres
métodos por sí solos no bastan para aprehender los temas divinos y encontrar la
verdadera sabiduría de Dios. Nota: el pasaje que él cita es negativo.
Dice, "Cosas que ojo no vio,
ni oído oyó, Ni han subido en corazón de hombre…". Por lo tanto,
la verdad de Dios no es descubierta por los sentidos naturales del hombre,
independientemente de cuán agudos puedan ser en un individuo. Ello requiere una
acción del Espíritu de Dios.
EL
HOMBRE ESPIRITUAL
El hombre "espiritual"
es un creyente nacido de Dios y habitado por el Espíritu pero que vive también
bajo el control del Espíritu. Como resultado, el Espíritu de Dios ilumina su
alma y es capaz de comprender la revelación de Dios en Su Palabra. El Espíritu
de Dios le da la capacidad de pensar en términos espirituales y de conocer la
verdad y es enseñado así en "la mente de Cristo". (1ª
corintios 2: 16).
Algunas consideraciones prácticas
Saber que dependemos
totalmente del Espíritu de Dios para conocer la verdad debería hacernos ser
agradecidos por Sus operaciones en nosotros. Sin embargo, aunque cada cristiano
tiene el Espíritu que mora en él, eso en sí mismo no es suficiente para permitirle
discernir la verdad. Hay muchos creyentes (que tienen el Espíritu Santo) que
están completamente confundidos en cuanto respecta a la verdad. El cristiano
debe estar "lleno del Espíritu" y estar en comunión con el
Señor para obtener el beneficio práctico de la presencia del Espíritu. (Efesios
5: 18). Y recordemos que la llenura de hoy no servirá para mañana. Necesitamos
estar:
"Cada día"
escudriñando las Escrituras (Hechos 17: 11).
"Todo el día" clamando
a Dios en oración (Salmo 86: 3).
"Cada día" tomando
nuestra cruz y siguiendo a Cristo (Lucas 9: 23).
B. ANSTEY
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