Descalzos
en la iglesia
Escribiendo
en "Nuestro Pan Diario"27, Denis DeHaan nos cuenta de una pequeña
crisis que surgió en una gran iglesia suburbana. Un domingo, un joven cristiano
de una universidad cercana entró descalzo, vistiendo una camiseta y jeans. La
congregación de pronto se inquietó. ¿Acaso no sabe que no se asiste a la
iglesia descalzo? ¿No se da cuenta de que los hombres tienen que usar traje y
una camisa de vestir?
Bueno,
las bancas estaban tan llenas que Bill tuvo que ir hasta adelante. Y como allí
no había asientos libres, se sentó en el suelo, bien en frente del púlpito.
Nadie había hecho esto antes. Fue un día de tradiciones rotas, y no les sentó
bien a algunos feligreses.
Entonces un anciano artrítico rompió
con otra tradición. Tomando su bastón, se dirigió hasta adelante. Ahora, ¿qué
iba a suceder? Soltó su bastón, e inclinándose dolorosamente, se sentó junto al
joven Bill. No quería que este joven se Sintiera solo y rechazado.
Me hace recordar un incidente similar
que ocurrió en una capilla no muy lejos de donde vivo. Era en la época de los
hippies, los hijos de las flores, la generación del amor. Un creyente nuevo
apareció descalzo en la reunión de la
Cena del Señor. No muchos le prestaron
atención al hecho, Pero una anciana se sintió obligada a ponerlo en su lugar al
finalizar la reunión. Un anciano vio lo que estaba sucediendo y, entonces,
cuando ella terminó su discurso, él se acercó, rodeó al joven con su brazo, y
le dijo: "No te fijes. Creo que son hermosos." El respondió:
"Bueno, son originales."
Me quito el sombrero ante el anciano
artrítico y el compasivo. Y también ante cualquier creyente que pueda ver más
allá de lo externo y detectar un corazón que ama al Señor Jesús. La crítica
sólo los alejará. El amor los ayudará a crecer. El espíritu Cristo céntrico
dice: "Dejen que vengan a Mí."
William Macdonald
No hay comentarios:
Publicar un comentario