miércoles, 1 de octubre de 2014

LOS ÁNGELES EN EL SEPULCRO DEL SEÑOR

Pregunta: Si uno compara las cuatro narraciones de la resurrección del Señor que une los Evangelios, una constante de diferencias respecto al número de ángeles que estaban presentes. Mateo y Marcos nos habla de un ángel (Mt. 28:2-7; Mr. 16:5-7), cuando Lucas y Juan están mencionando dos (Le 24:4-7; Juan 20:12-13). ¿Cómo podría conciliar estas narraciones?
Respuesta: Este asunto que llama nuestra atención sobre los problemas importantes y de orden general. Decimos primeramente que no está en la comparación para decir con plena certeza como están contextualizados los diferentes acontecimientos que nos son referidos en el asunto de la resurrección del Señor y como ellos han sucedidos históricamente. Más una cosa es cierta: si nuestros conocimientos reúnen todos los detalles históricos, no oiremos más las pequeñas dificultades para comprobar la verdad de los diferentes testimonios de las Santas Escrituras.
Debemos además recordar que Dios mismo es el autor de lo que está escrito en la Biblia, y que manifiestamente no estaba en su propósito comunicarnos todos los detalles históricos - ya sea en este o en otros. Los cuatro escritores de los evangelios nos presentan a Cristo revelado sobre diferentes aspectos: Mateo, como el Mesías; Marcos, como el Siervo; Lucas, como el Hijo del hombre; Juan, como el Hijo de Dios. Esta es la razón esencial de las diferencias entre los Evangelios. De este modo, por ejemplo, Mateo no tenía más que la misión de relatarnos la ascensión del Señor. Sí no teníamos su relato, ni siquiera sabríamos esto, de que Jesús había ascendido efectivamente al cielo después de su resurrección.
En cuanto al número de ángeles que se vieron en el sepulcro vacío después de la resurrección, debemos tener en consideración que los cuatro escritores, no siempre hacen el relato de los mismos acontecimientos. Más esa mañana, diferentes grupos de personas han venido a este lugar en momentos diferentes. Ellos obran en una menor parte, de las diferentes escenas, de escenas que no cubren exactamente los mismos hechos.
La importancia de la resurrección del Señor explica fácilmente que algunos grupos, y algunos discípulos, sí vinieron al sepulcro. Y las diferentes personas que han venido no todas han visto y entendido la misma cosa. Como ejemplo concluyente, mencionamos la visita de Pedro y Juan, y aquellas mujeres creyentes. En el reconocimiento de la noticia de la resurrección del Señor los dos discípulos entran buscando en el sepulcro. Ellos registran en el interior. Pedro y Juan están incluso entrando en el sepulcro, pero él no nos está diciendo que ellos han visto algún ángel (Juan 20:6,8). Entre tanto algunas mujeres caminaron desde la entrada previamente y vieron “a un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca*(Mr. 16:5). Después de los apóstoles, María Magdalena desciende en el sepulcro y ve “a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies donde el cuerpo de Jesús había sido puesto* (Juan 20:11-12). Aquellos dan evidencia que los ángeles no son visibles en la misma forma para todos los visitantes del sepulcro.
En lo que concierne a las mujeres de Mateo 28, este no está diciendo formalmente que ellas habían visto un ángel. Ellas entendieron que el ángel habló, y esto que ellas han visto posteriormente parece todavía la luz de un relámpago (v.3). Las mujeres de Marcos 16 han ingresado en el sepulcro y han visto un *un joven sentado* (vers. 5). Con aquello que menciona Lucas 24 se encuentran ambos “dos varones... con vestiduras resplandecientes*. Él apareció en las diferentes escenas. Nunca jamás fue dicho por las mujeres mencionando en lo que ellas habían estado; y lo mejor para nosotros, es muy importante no desear lo que Dios de ningún modo a dicho.
Los comentaristas creyentes son unánimes para clasificar en el orden siguiente los diferentes acontecimientos desde el momento más importante entre todos:
1.- María de Magdala y la otra María estaban sentadas frente al sepulcro y miraban al cuerpo de Jesús que estaba depositado (Mt. 27:61; Mr. 15:47; Lucas 23:55).
2.- Unas mujeres estaban volviendo para preparar las especias aromáticas y ungüentos. Según nuestra manera de señalar el tiempo, esto sería el viernes en la tarde (Lucas. 23:56).
3.- Al fin del Sabbat, es decir el sábado en la tarde, María de Magdala y la otra María han venido a mirar el sepulcro (Mt. 28:1). Ellas estaban sin embargo volviendo para comprar especias aromáticas (Mr. 16:1).
4.- De la extraordinaria y magna mañana, el primer día de la semana, hubo acontecido la resurrección del Señor, acompañado de un temblor en la tierra. Un ángel del Señor está descendiendo del cielo, moviendo la piedra y estaba sentado sobre ella (Mt 28:2).
5.-‘fue de mañana, siendo aún oscuro”, María Magdalena ha venido al sepulcro, después corren hacia Pedro y Juan, y les dan las referencias de lo que había acontecido en el sepulcro “del Señor” (Juan 20:1,2).
6.- “...muy de mañana, el primer día de la semana”, las mujeres han venido al sepulcro y han entrado. Ellas han sabido por los ángeles que el Señor ha resucitado. Él les ha mandado a ir hacia sus discípulos para informarles de la resurrección de Jesús (Mt. 28:5-7; Mr. 16:1-7; Lucas. 24:1-10).
7.- Hemos aprendido, que Juan y Pedro estuvieron buscando en el sepulcro y se aseguraron de que estaba vacío. Después ellos han retornado a su casa (Lucas 24:12; Juan 20:3-10).
8.- María de Magdala, que había visitado a los dos discípulos, está durante ese tiempo descansando cerca del sepulcro. Allí, ella ve a dos ángeles, que le dicen: “Mujer, ¿por qué lloras?” Después el Señor se manifiesta a ella. Es a ella primeramente que Él ha aparecido. Él en seguida la ha enviado hacia sus hermanos con un mensaje (Juan 20:11-18; Mr. 16:8-11).
Tras esta situación, a vista de este conjunto, volvemos aún sobre el asunto de los ángeles. Está claro que en algunas escenas, son dos ángeles los que se vieron. Sí, para la misma escena, los evangelios dan indicaciones diferentes (un ángel, dos ángeles), hay para eso una razón muy simple. En sus narraciones, Mateo y Marcos no hablan de un ángel porque ellos tenían la misión de poner delante de nuestra mirada al ángel que habló a las mujeres. Por el contrario, Lucas da atención por un “aquí está” que están en el suceso dos hombres que se encuentran con ellas y que ellos le hablan. Seguramente, uno solo a pronunciado las palabras, pero él tenía un doble testimonio.
No ha existido de ningún modo -no puede haber - una contradicción en los relatos bíblicos. Están las diferencias, pero ellas complementan las escenas que nosotros hemos referido.
¡Que Dios nos de tener siempre un profundo respeto por la manera de hablar del Espíritu Santo!

D.V. Extraído de “Le messager Evangelique"

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