I. Eva, la primera
E
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va fue la primera
mujer, la primera esposa, la primera madre, la primera persona tentada por
Satanás y que también pecó, la primera madre de un homicida, la primera costurera
y la primera persona en recibir una profecía acerca del
Señor Jesucristo.
Eva fue
la única mujer que en un tiempo era pura y sin falta, y que siendo hecha
directamente por Dios fue de origen divino. Fue la única mujer que habitó el
huerto de Edén. No tuvo niñez ni adolescencia. No contó con partera ni una
mujer mayor que le ayudara y aconsejara en la crianza de sus hijos. Y sin duda
los hijos fueron muchos, aunque la Biblia nombre pocos. Le fueron dados tres
nombres: Varona, Eva y Adán. (No Sra. de Adán, sino que él y ella eran
conjuntamente Adán). Nótese quién le dio cada nombre y por qué; aquellos
nombres denotan la relación de esta mujer con sus esposo, sus hijos y Dios.
Es una
ilustración de la Iglesia, o sea, de todas las personas en conjunto que han
sido o serán salvas por la obra del Calvario antes que Cristo venga. Fue dada a
Adán para ser su compañera y gozarse junto con él del paraíso de Dios. Ella
procedió de él, habiendo sido tomada de
su costado. La vida que tenía procedió directamente
del soplo de vida que él había recibido. La Iglesia recibe su vida de Cristo, y
será su eterno placer. El Edén terrenal será cumplido en parte en la gloria del
milenio, y cumplido plenamente en la Jerusalén eterna. Al él sea gloria en la
iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, Efesios 3.21.
Satanás
utilizó la soberbia y orgullo como cuña que daría lugar a la codicia y luego la
desobediencia. Bien se ha dicho que la soberbia es el pecado del espíritu. Fue
el primero que entró en el universo, en el mismo Satanás, como nos dice Isaías:
¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana! ... Tú que decías en tu
corazón, Subiré al cielo; en lo alto junto a las estrellas de Dios levantaré mi
trono... y seré semejante al Altísimo.
Habiendo
sido sugestionada por Satanás, Eva vio que el árbol era bueno para comer,
agradable a los ojos y codiciable para alcanzar la sabiduría. Ella tomó y comió
del fruto. Juan quizás pensaba en esto cuando dijo que todo lo que hay en el
mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria (o
soberbia) de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.
Al haber
comido, Adán y Eva se sintieron avergonzados porque estaban desnudos, e intentaron
coserse delantales de hojas de higuera. Pero, como esto no les bastaba, se
escondieron entre los árboles del huerto. Así que, cada vez que nos vestimos
estamos manifestando que también somos pecadoras.
Las
consecuencias del pecado de Eva, las sentimos a diario en que nos tenemos que
vestir; las mujeres dan a luz con dolor; y el deseo o voluntad de la mujer es
sujeta a su marido. Aun en la iglesia en el día de hoy vivimos la consecuencia
del pecado de Eva, como dice el apóstol: La mujer aprenda en silencio con toda sujeción...
porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que
la mujer siendo engañada, incurrió en transgresión. Pero se salvará engendrando
hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia, 1 Timoteo
2:15.
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