domingo, 3 de enero de 2016

Pensamiento.



Apagar el Espíritu significa ahogar Su obra en medio de nosotros, limitarlo y estorbarlo. El pecado apaga al Espíritu. Las tradiciones lo apagan. Los reglamentos y normas humanas en el culto público lo apagan. La desunión lo apaga. Alguien ha dicho: «Las miradas frías, las palabras despreciativas, el silencio, la calculada indiferencia, hacen mucho por apagarle. Lo mismo las críticas carentes de amor». Ryrie dice que el Espíritu es apagado siempre que Su ministerio es ahogado en un individuo o en la iglesia.
William Macdonald, Comentario a Tesalonicenses 5:19

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