miércoles, 1 de mayo de 2019

EXTRACTOS


   No pospongas reunirte para orar
     Hay muchos cristianos que nunca aparecen en las reuniones de oración. Si anuncias un banquete aparecerán todos. Si anuncias una reunión de oración, aparecerán unos pocos. Se puede determinar que asisten a la reunión de oración; de eso no cabe ninguna duda.
          “Ya sé que debería ir, y la semana que viene pienso hacerlo”. Llega la siguiente semana presentas a la reunión. Si fuera tan fiel para ir a trabajar como lo eres para asistir a la reunión de oración, seguramente dentro de poco tiempo ya no tendrías empleo. Nada nos aleja del trabajo, pero casi cualquiera cosa nos aparta de la reunión de oración por el simple motivo de que buscamos un desvío, un lugar donde escondernos.
         Decimos: “La semana que viene empiezo”. Si todas las personas que tienen intención de ir a la reunión de oración asistieran a ella, no habría sitio para todas. Decimos “la semana que viene”, pero no lo hacemos. De modo que ese monstruo se come tu mañana y eres víctima de la postergación.
A.W. Tozer, “Los peligros de la fe superficial, página 148-149.

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