La gloria de Cristo en el milenio
Escuetamente
expresado, la gloria de Cristo en el milenio es esa manifestación de su
infinita persona que se hará visible mediante la gloria de su presencia
corporal en el aún futuro reino mesiánico terrenal y que incluirá tanto la
gloriosa expresión y el despliegue de sus diferentes atributos divinos a través
de la demostración de obras poderosas como también del ejercicio glorioso de
sus magnificentes prerrogativas humanas, junto con la imputación del
reconocimiento de las mismas por toda la creación tanto inanimada como
inteligente.
Importancia del tema
El
tema del milenio casi siempre levanta alguna polémica. Para algunos hablar de
un reino de gloria futura gobernada por el Mesías es solo fantasía. Hay
escritores que alegorizan o espiritualizan el significado de las Escrituras y
concluyen que no habrá ningún reino mesiánico en la tierra más que el que ya
hay.
Los pasajes escatológicos o
apocalípticos en las Escrituras han sido tratados [por quienes niegan la
realidad de un reino futuro] básicamente de dos maneras: Una ha sido
interpretar esos pasajes ni escatológica ni futurísticamente; la otra ha sido
simplemente descártalos o desestimarlos (al igual que otros segmentos de la
Biblia).
Si se reconoce la autoridad de las Escrituras y la
centralidad de la persona de Cristo en el desarrollo y la consumación del plan
eterno de Dios, el tema que aquí se estudia adquiere una importancia singular.
El factor determinante de toda teología debe girar alrededor del trato que se
le dan a las Escrituras como Palabra de Dios y a la persona de Cristo como eje
central del plan perfecto de Dios. El Señor Jesucristo habló de una palingenesia
futura “cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria” (Mt.
19:28).
Evis L. Carballosa,
“Cristo en el Milenio”, Página s 26 y 27. Editorial Portavoz
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