sábado, 10 de octubre de 2020

HOMILÉTICA (4)

 

LA PREDICACIÓN ES EL MEDIO ORDENADO POR DIOS PARA DIVULGAR EL EVANGELIO.

El orden divino esbozado: Léase repetidas veces Romanos 10: 6-17. Este es el pasaje clásico sobre este asunto. Subráyense las 7 palabras claves: confesar - salvo - invocar - creer - oír - predicar - enviado. Cada una de estas palabras tiene un vínculo con las demás y nos presenta una progresión lógica de pensamiento. Observemos que el orden lógico está invertido.

            Notemos estos pasos: 

(1) Una persona confiesa a Cristo como su Salvador ¿Por qué? (2) Porque es salva ¿Cómo sucedió? (3) Por invocar el nombre del Señor ¿Por qué lo hizo? (4) Porque creyó en un mensaje ¿Cómo llegó a creer? (5) Oyó la palabra de verdad ¿Cómo llegó a oír (6) Un predicador proclamó el evangelio ¿Por qué llegó con el mensaje? (7) Fue enviado por Dios.

            Observemos ahora este pasaje a la inversa: Un predicador es enviado con el mensaje; proclama el mensaje; su proclamación es oída; el oyente invoca el nombre del Señor y es salvo; la persona salva confiesa a Cristo como el Señor de su vida.

            Visto de cualquiera de los extremos tenemos ante nosotros el ciclo de la Gracia Divina. El predicador es enviado por Dios y el pecador es traído a Dios

 

La comisión divina entregada: Leamos Mateo 28: 18-20. y también Marcos 16: 15-16. No debe haber duda alguna en la mente de ningún hijo de Dios respecto al significado de estas palabras de su Maestro. Cada creyente debe principiar en la esfera particular que constituye su "mundo" y predicar allí el evangelio.

            Debemos vincular esta comisión con las palabras del Señor Inmediatamente antes de su ascensión. A la luz de la inminente venida del Espíritu Santo, Él dijo así discípulos: “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotras el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra (Hch. 1:4-9).

            Actuar sin una revelación de Dios es presunción. No actuar después de recibir una revelación es incredulidad y desobediencia. El lenguaje de la fe es: "Yo confío en Dios que será así como me ha dicho" (Hch. 27:25).

 

La fe es una condición esencial para la salvación: La respuesta de Pablo a la pregunta del carcelero:"¿Que debo hacer para ser salvo?" fue: "Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo" (Hch. 16:30-31). La responsabilidad del predicador es predicar la Palabra de Dios en dependencia del Hijo de Dios y en el poder del Espíritu Santo. Allí termina su responsabilidad. Sólo Dios puede salvar y Él hará esto cuando el pecador cumpla la condición fijada por Él mismo: fe en la persona y obra de su Hijo.

 

Es el medio por el cual el creyente es edificado en su fe:  Lea 2 Ti. 3: 15-17

a) Hace sabio para la salvación

b) Establece en doctrina o enseñanza con respecto a los fundamentos de la fe.

c) Redarguye. La Biblia es como una plomada que revela todo lo torcido.

d) Corrige, permite que el creyente ajuste su vida a la voluntad de Dios.

e) Instruye en justicia, le anima a llevar una vida de rectitud.

f) Desarrolla la madurez cristiana.

g) Suministra todo lo necesario para la vida cristiana

 

El Propósito triple del ministerio de la Palabra de Dios. (Ef.4:12)

1.- Que el pueblo pueda llegar a plena madurez en la fe, en vez de permanecer como niños (Heb. 5:12-14; 1 Co. 3:1; Gá. 4:19). La prolongada infancia espiritual es una verdadera tragedia.

2. - Que se haga la obra del ministerio. Esta tiene varios aspectos: Algunas veces es menester Amonestar (1 Ts. 5:14); otras, tendrá que ser Reprensión (1 Ti. 5:20); también es Consolar (1 Ts. 4:18). Cualquiera que sea la necesidad, el predicador encontrará en la Palabra todo lo que necesita para su ministerio (Col. 1:26-29).

3. - Que el cuerpo de Cristo sea edificado. Tenemos aquí la meta suprema. La prueba definitiva del ministerio es el crecimiento espiritual de la asamblea de creyentes

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