LA PREDICACIÓN ES EL MEDIO ORDENADO POR DIOS
PARA DIVULGAR EL EVANGELIO.
El orden divino esbozado: Léase repetidas veces Romanos 10: 6-17. Este es el pasaje clásico sobre este asunto. Subráyense las 7 palabras claves: confesar - salvo - invocar - creer - oír - predicar - enviado. Cada una de estas palabras tiene un vínculo con las demás y nos presenta una progresión lógica de pensamiento. Observemos que el orden lógico está invertido.
Notemos estos pasos:
(1) Una
persona confiesa a Cristo como su Salvador ¿Por qué? (2) Porque es salva ¿Cómo
sucedió? (3) Por invocar el nombre del Señor ¿Por qué lo hizo? (4) Porque creyó
en un mensaje ¿Cómo llegó a creer? (5) Oyó la palabra de verdad ¿Cómo llegó a oír
(6) Un predicador proclamó el evangelio ¿Por qué llegó con el mensaje? (7) Fue
enviado por Dios.
Observemos ahora este pasaje a la inversa:
Un predicador es enviado con el mensaje; proclama el mensaje; su proclamación
es oída; el oyente invoca el nombre del Señor y es salvo; la persona salva
confiesa a Cristo como el Señor de su vida.
Visto de cualquiera de los extremos
tenemos ante nosotros el ciclo de la Gracia Divina. El predicador es enviado
por Dios y el pecador es traído a Dios
La
comisión divina entregada: Leamos Mateo 28: 18-20. y también Marcos 16: 15-16. No debe
haber duda alguna en la mente de ningún hijo de Dios respecto al significado de
estas palabras de su Maestro. Cada creyente debe principiar en la esfera
particular que constituye su "mundo" y predicar allí el evangelio.
Debemos vincular esta comisión con las palabras del Señor
Inmediatamente antes de su ascensión. A la luz de la inminente venida del
Espíritu Santo, Él dijo así discípulos: “Pero recibiréis poder, cuando haya
venido sobre vosotras el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en
toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra (Hch. 1:4-9).
Actuar sin una revelación de Dios es
presunción. No actuar después de recibir una revelación es incredulidad y
desobediencia. El lenguaje de la fe es: "Yo confío en Dios que será así
como me ha dicho" (Hch. 27:25).
La fe es
una condición esencial para la salvación: La respuesta de Pablo a la pregunta del carcelero:"¿Que
debo hacer para ser salvo?" fue: "Cree en el Señor Jesucristo y serás
salvo" (Hch. 16:30-31). La responsabilidad del predicador es predicar la
Palabra de Dios en dependencia del Hijo de Dios y en el poder del Espíritu
Santo. Allí termina su responsabilidad. Sólo Dios puede salvar y Él hará esto
cuando el pecador cumpla la condición fijada por Él mismo: fe en la persona y
obra de su Hijo.
Es el
medio por el cual el creyente es edificado en su fe: Lea 2 Ti. 3: 15-17
a) Hace
sabio para la salvación
b)
Establece en doctrina o enseñanza con respecto a los fundamentos de la fe.
c)
Redarguye. La Biblia es como una plomada que revela todo lo torcido.
d) Corrige,
permite que el creyente ajuste su vida a la voluntad de Dios.
e) Instruye
en justicia, le anima a llevar una vida de rectitud.
f)
Desarrolla la madurez cristiana.
g)
Suministra todo lo necesario para la vida cristiana
El Propósito triple del ministerio de la
Palabra de Dios. (Ef.4:12)
1.- Que el
pueblo pueda llegar a plena madurez en la fe, en vez de permanecer como niños
(Heb. 5:12-14; 1 Co. 3:1; Gá. 4:19). La prolongada infancia espiritual es una
verdadera tragedia.
2. - Que se
haga la obra del ministerio. Esta tiene varios aspectos: Algunas veces es
menester Amonestar (1 Ts. 5:14); otras, tendrá que ser Reprensión (1 Ti. 5:20);
también es Consolar (1 Ts. 4:18). Cualquiera que sea la necesidad, el
predicador encontrará en la Palabra todo lo que necesita para su ministerio
(Col. 1:26-29).
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