sábado, 10 de octubre de 2020

¿La confesión de los pecados debería ser en público o en privado?

 


            En el AT hay casos interesantes de personas confesándole a Dios los pecados del pueblo de Dios. Daniel, en su capítulo 9, pasa 20 versículos confesando su pecado y el pecado de su pueblo Israel, y derramaba su ruego delante de Jehová su Dios. La confesión de Daniel, como resultado de su lectura de las Escrituras y su oración ferviente, se hizo en privado. Pero a veces la confesión en privado resulta en una expresión pública. Leemos que “mientras oraba Esdras y hacía confesión, llorando y postrándose delante de la casa de Dios, se juntó a él una muy grande multitud de Israel, hombres, mujeres y niños; y lloraba el pueblo amargamente. Entonces respondió Secanías hijo de Jehiel, de los hijos de Elam, y dijo a Esdras: Nosotros hemos pecado contra nuestro Dios, pues tomamos mujeres extranjeras de los pueblos de la tierra”, Esdras 10.1-2. Asimismo, Nehemías siente la carga del pecado del pueblo y en oración dice: “Esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel tus siervos; y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. En extremo nos hemos corrompido contra ti, y no hemos guardado los mandamientos, estatutos y preceptos que diste a Moisés tu siervo” (Neh 1.6-7). Poco después vemos que la confesión de uno en privado resulta en la confesión colectiva y pública, cuando “se reunieron los hijos de Israel en ayuno, y con cilicio y tierra sobre sí. Y ya se había apartado la descendencia de Israel de todos los extranjeros; y estando en pie, confesaron sus pecados, y las iniquidades de sus padres. Y puestos de pie en su lugar, leyeron el libro de la ley de Jehová su Dios la cuarta parte del día, y la cuarta parte confesaron sus pecados y adoraron a Jehová su Dios” (Neh 9.1-3). En el NT, hay casos de confesión pública (Mr 1.5; Hch 19.18). Si el pecado ha sido conocido públicamente, o si ha afectado a muchos de manera amplia, la confesión tendrá que reflejar eso. Seguramente el tipo y efecto de nuestro pecado determina si se requiere una confesión en privado o de manera más amplia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario