Acerca de la ética Social
No
somos entes aislados. Dios nos puso en una familia, pero también en una
sociedad. Como hemos estudiado en el capítulo anterior, la importancia de la
familia es la formación y amor que nos brinda para modelar en nosotros un
carácter que nos permita relacionamos eficazmente con los demás. Dios espera
que nuestro comportamiento sea moralmente íntegro. Hoy es común observar cómo
los individuos dejan de lado sus principios éticos para alcanzar, por métodos
ilícitos, fines que Dios, en su Palabra, condena.
En
la Biblia tenemos innumerables ejemplos de personas que, a pesar de vivir
circunstancias desfavorables, no dejaron de lado las normas de vida impuestas
por Dios, y asumieron con valentía y paciencia los riesgos y consecuencias que
les traerían respetar tales normas.
Dios
nos desafía a proceder rectamente con los que nos rodean; propongámonos
obedecerle y ser misericordiosos, serviciales y pacíficos con todos.
SER AMOROSOS Y SEGUIR
EL BIEN
Vivan
todos ustedes en armonía, unidos en un mismo sentir y amándose como hermanos.
Sean bondadosos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto. Al
contrario, devuelvan bendición, pues Dios los ha llamado a recibir bendición.
Porque:
“Quien
quiera amar la vida y pasar días felices, cuide su lengua de hablar mal y sus
labios de decir mentiras; aléjese del mal y haga el bien, busque la paz y
sígala. Porque el Señor cuida a los justos y presta oídos a sus oraciones, pero
está en contra de los malhechores”.
¿Quién
podrá hacerles mal, si ustedes se empeñan siempre en hacer el bien? Pero aún si
por actuar con rectitud han de sufrir, ¡dichosos ustedes! No tengan miedo a
nadie, ni se asusten, sino honren a Cristo como Señor en sus corazones. Estén
siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que
ustedes tienen, pero háganlo con humildad y respeto. Pórtense de tal modo que
tengan tranquila su conciencia, para que los que hablan mal de su buena conducta
como creyentes en Cristo, se avergüencen de sus propias palabras.
Es
mejor sufrir por hacer el bien, si así lo quiere Dios, que por hacer el mal.1
Pedro 3-8-17
SER
MISERICORDIOSOS
Dijo
Jesús:
Un
hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y
le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto.
Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un
rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo
vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaría que viajaba por
el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las
heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia
cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el
samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del
alojamiento y le dijo: “Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se
lo pagaré cuando vuelva”. Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo
prójimo del hombre asaltado por los bandidos?
El maestro de la ley
contestó: El que tuvo compasión de él.
Jesús le dijo: Pues vé
y haz tú lo mismo. Lucas 10.30-37
SER PACÍFICOS
No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante
de todos. Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz
con todos. Queridos hermanos, no tomen venganza ustedes mismos, sino dejen que
Dios sea quien castigue; porque la Escritura dice: “A mí me corresponde hacer
justicia; yo pagaré, dice el Señor”. Y también: “Si tu enemigo tiene hambre,
dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; así harás que le arda la cara de
vergüenza”. No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el
mal. Romanos 12.17-21
SER COMPASIVOS
Dijo Jesús:
Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la
otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A
cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo
reclames. Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con
ustedes.
Si
ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de
extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Y si hacen bien solamente a
quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los
pecadores se portan así. Y si dan prestado sólo a aquellos de quienes piensan
recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan
unos a otros, esperando recibir unos de otros. Ustedes deben amar a sus
enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será
grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también
bondadoso con los desagradecidos y los malos. Sean ustedes compasivos, como
también su Padre es compasivo. Lucas 6.29-36
SER HOSPITALARIOS
No dejen de amarse unos a otros como hermanos. No se
olviden de ser amables con los que lleguen a su casa, pues de esa manera, sin
saberlo, algunos hospedaron ángeles. Hebreos 13.1-2
Entonces
Pedro fue y preguntó a Jesús:
-Señor,
¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta
siete?
Jesús
le contestó:
-No
te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Mateo 18.21-22
Si
tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud, perdónalo. Aunque peque
contra ti siete veces en un día, si siete veces viene a decirte: “No lo volveré
a hacer”, debes perdonarlo.
Lucas 17.3b-4
RELACIONES INTERPERSONALES
Así pues, hagan ustedes
con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se
resumen la ley y los profetas. Mateo 7.12
LA NUEVA MANERA DE
VIVIR
Esto, pues, es lo que
les digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no vivan más como los
paganos, los cuales viven de acuerdo con sus equivocados criterios y tienen
oscurecido el entendimiento. Ellos no gozan de la vida que viene de Dios,
porque son ignorantes a causa de lo insensible de su corazón. Se han endurecido
y se ban entregado al vicio, cometiendo sin freno toda clase de cosas impuras.
Pero ustedes no conocieron a Cristo para vivir así, pues ciertamente oyeron el
mensaje acerca de él y aprendieron a vivir como él lo quiere, según la verdad
que está en Jesús. Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de
vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a
causa de los deseos engañosos. Deben renovarse espiritualmente en su manera de
juzgar, y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se
distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.
Por
lo tanto, ya no mientan más, sino diga cada uno la verdad a su prójimo, porque
todos somos miembros de un mismo cuerpo.
Si
se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día. No le den
oportunidad al diablo.
El
que robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un buen trabajo con
sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados.
No
digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y
traigan beneficios a quienes las escuchen. No hagan que se entristezca el
Espíritu Santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos
como propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación definitiva.
Alejen
de ustedes la amargura, las pasiones, los enojos, los gritos, los insultos y
toda clase de maldad. Efesios 4.17-31
EN
SANTIDAD
Como
hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a
Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que
los llamó, es santo; pues la Escritura dice: “Sean ustedes santos, porque yo
soy santo”. 1 Pedro 1.14-16
CON
SABIDURÍA
Si entre ustedes hay alguno sabio y
entendido, que lo demuestre con su buena conducta, con la humildad que su
sabiduría le da. Pero si ustedes dejan que la envidia les amargue el corazón, y
hacen las cosas por rivalidad, entonces no tienen de qué enorgullecerse y
están faltando a la verdad. Porque esta sabiduría no es la que viene de Dios,
sino que es sabiduría de este mundo, de la mente humana y del diablo mismo.
Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y toda clase de maldad;
pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios, llevan ante todo una vida
pura; y además son pacíficos, bondadosos y dóciles. Son también compasivos,
imparciales y sinceros, y hacen el bien. Santiago 3.13-17
CON
AMOR
Al ver que Jesús les había
contestado bien, uno de los maestros de la ley, que los había oído discutir, se
acercó a él y le preguntó:
—
¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó:
—El
primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único
Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu
mente y con todas tus fuerzas”. Pero hay un segundo: “Ama a tu prójimo como a
ti mismo”. Ningún mandamiento es más importante que éstos.
El
maestro de la ley le dijo:
-Muy
bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de
él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas
las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los
holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar.
Al
ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo:
-No
estás lejos del reino de Dios.
Y
ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
Marcos
12.28-34
Tomado
de librito “Acerca de la Ética”, editado por Sociedad Bíblica Argentina. Se usa
la Versión popular Dios Habla Hoy.
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