sábado, 12 de marzo de 2022

ÉTICA CRISTIANA: Pautas necesarias para nuestro caminar en esta tierra (3)

 

Acerca de la ética Social


No somos entes aislados. Dios nos puso en una familia, pero también en una sociedad. Como hemos estudiado en el capítulo anterior, la importancia de la familia es la formación y amor que nos brinda para modelar en nosotros un carácter que nos permita relacionamos eficazmente con los demás. Dios espera que nuestro comportamiento sea moral­mente íntegro. Hoy es común observar cómo los individuos dejan de lado sus principios éticos para alcanzar, por métodos ilícitos, fines que Dios, en su Palabra, condena.

En la Biblia tenemos innumerables ejemplos de personas que, a pesar de vivir circuns­tancias desfavorables, no dejaron de lado las normas de vida impuestas por Dios, y asumieron con valentía y paciencia los riesgos y consecuencias que les traerían respetar tales normas.

Dios nos desafía a proceder rectamente con los que nos rodean; propongámonos obedecerle y ser misericordiosos, serviciales y pacíficos con todos.

Deberes hacia los demás

 

SER AMOROSOS Y SEGUIR EL BIEN

Vivan todos ustedes en armonía, unidos en un mismo sentir y amándose como hermanos. Sean bondadosos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto. Al contrario, devuelvan bendición, pues Dios los ha llamado a recibir bendición. Porque:

“Quien quiera amar la vida y pasar días felices, cuide su lengua de hablar mal y sus labios de decir mentiras; aléjese del mal y haga el bien, busque la paz y sígala. Porque el Señor cuida a los justos y presta oídos a sus oraciones, pero está en contra de los malhechores”.

¿Quién podrá hacerles mal, si ustedes se empeñan siempre en hacer el bien? Pero aún si por actuar con rectitud han de sufrir, ¡dichosos ustedes! No tengan miedo a nadie, ni se asusten, sino honren a Cristo como Señor en sus corazones. Estén siempre preparados a responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen, pero háganlo con humildad y respe­to. Pórtense de tal modo que tengan tranquila su conciencia, para que los que hablan mal de su buena conducta como creyentes en Cristo, se avergüencen de sus propias palabras.

Es mejor sufrir por hacer el bien, si así lo quiere Dios, que por hacer el mal.1 Pedro 3-8-17

 

SER MISERICORDIOSOS

Dijo Jesús:

Un hombre iba por el camino de Jerusalén a Jericó, y unos bandidos lo asaltaron y le quitaron hasta la ropa; lo golpearon y se fueron, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote pasaba por el mismo camino; pero al verlo, dio un rodeo y siguió adelante. También un levita llegó a aquel lugar, y cuando lo vio, dio un rodeo y siguió adelante. Pero un hombre de Samaría que viajaba por el mismo camino, al verlo, sintió compasión. Se acercó a él, le curó las heridas con aceite y vino, y le puso vendas. Luego lo subió en su propia cabalgadura, lo llevó a un alojamiento y lo cuidó. Al día siguiente, el samaritano sacó el equivalente al salario de dos días, se lo dio al dueño del alojamiento y le dijo: “Cuide a este hombre, y si gasta usted algo más, yo se lo pagaré cuando vuelva”. Pues bien, ¿cuál de esos tres te parece que se hizo prójimo del hombre asaltado por los bandidos?

El maestro de la ley contestó: El que tuvo compasión de él.

Jesús le dijo: Pues vé y haz tú lo mismo. Lucas 10.30-37

 

SER PACÍFICOS

            No paguen a nadie mal por mal. Procuren hacer lo bueno delante de todos. Hasta donde dependa de ustedes, hagan cuanto puedan por vivir en paz con todos. Queridos hermanos, no tomen venganza ustedes mismos, sino dejen que Dios sea quien castigue; porque la Escritura dice: “A mí me corresponde hacer justicia; yo pagaré, dice el Señor”. Y también: “Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; y si tiene sed, dale de beber; así harás que le arda la cara de vergüenza”. No te dejes vencer por el mal. Al contrario, vence con el bien el mal. Romanos 12.17-21

 

SER COMPASIVOS

Dijo Jesús:

            Si alguien te pega en una mejilla, ofrécele también la otra; y si alguien te quita la capa, déjale que se lleve también tu camisa. A cualquiera que te pida algo, dáselo, y al que te quite lo que es tuyo, no se lo reclames. Hagan ustedes con los demás como quieren que los demás hagan con ustedes.

Si ustedes aman solamente a quienes los aman a ustedes, ¿qué hacen de extraordinario? Hasta los pecadores se portan así. Y si hacen bien solamente a quienes les hacen bien a ustedes, ¿qué tiene eso de extraordinario? También los pecadores se portan así. Y si dan prestado sólo a aquellos de quienes piensan recibir algo, ¿qué hacen de extraordinario? También los pecadores se prestan unos a otros, esperando recibir unos de otros. Ustedes deben amar a sus enemigos, y hacer bien, y dar prestado sin esperar nada a cambio. Así será grande su recompensa, y ustedes serán hijos del Dios altísimo, que es también bondadoso con los desagradecidos y los malos. Sean ustedes compasivos, como también su Padre es compasivo. Lucas 6.29-36

 

SER HOSPITALARIOS

            No dejen de amarse unos a otros como hermanos. No se olviden de ser amables con los que lleguen a su casa, pues de esa manera, sin saberlo, algunos hospedaron ángeles. Hebreos 13.1-2

Entonces Pedro fue y preguntó a Jesús:

-Señor, ¿cuántas veces deberé perdonar a mi hermano, si me hace algo malo? ¿Hasta siete?

Jesús le contestó:

-No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete.  Mateo 18.21-22

Si tu hermano peca, repréndelo; pero si cambia de actitud, perdónalo. Aunque peque contra ti siete veces en un día, si siete veces viene a decirte: “No lo volveré a hacer”, debes perdonarlo.

Lucas 17.3b-4

 

RELACIONES INTERPERSONALES

Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes; porque en eso se resumen la ley y los profetas. Mateo 7.12

 

LA NUEVA MANERA DE VIVIR

Esto, pues, es lo que les digo y les encargo en el nombre del Señor: que ya no vivan más como los paganos, los cuales viven de acuerdo con sus equivocados criterios y tienen oscurecido el entendi­miento. Ellos no gozan de la vida que viene de Dios, porque son ignorantes a causa de lo insensible de su corazón. Se han endurecido y se ban entregado al vicio, cometiendo sin freno toda clase de cosas impuras. Pero ustedes no conocieron a Cristo para vivir así, pues ciertamente oyeron el mensaje acerca de él y aprendieron a vivir como él lo quiere, según la verdad que está en Jesús. Por eso, deben ustedes renunciar a su antigua manera de vivir y despojarse de lo que antes eran, ya que todo eso se ha corrompido, a causa de los deseos engañosos. Deben renovarse espiritualmente en su manera de juzgar, y revestirse de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios y que se distingue por una vida recta y pura, basada en la verdad.

Por lo tanto, ya no mientan más, sino diga cada uno la verdad a su prójimo, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.

Si se enojan, no pequen; que el enojo no les dure todo el día. No le den oportunidad al diablo.

El que robaba, deje de robar y póngase a trabajar, realizando un buen trabajo con sus manos para que tenga algo que dar a los necesitados.

No digan malas palabras, sino sólo palabras buenas que edifiquen la comunidad y traigan beneficios a quienes las escuchen. No hagan que se entristezca el Espíritu Santo de Dios, con el que ustedes han sido sellados para distinguirlos como propiedad de Dios el día en que él les dé la liberación definitiva.

Alejen de ustedes la amargura, las pasiones, los enojos, los gritos, los insultos y toda clase de maldad. Efesios 4.17-31

 

EN SANTIDAD

Como hijos obedientes, no vivan conforme a los deseos que tenían antes de conocer a Dios. Al contrario, vivan de una manera completamente santa, porque Dios, que los llamó, es santo; pues la Escritura dice: “Sean ustedes santos, porque yo soy santo”. 1 Pedro 1.14-16

 

CON SABIDURÍA

            Si entre ustedes hay alguno sabio y entendido, que lo demuestre con su buena conducta, con la humildad que su sabiduría le da. Pero si ustedes dejan que la envidia les amargue el corazón, y hacen las cosas por rivalidad, enton­ces no tienen de qué enorgullecerse y están faltando a la verdad. Porque esta sabiduría no es la que viene de Dios, sino que es sabiduría de este mundo, de la mente humana y del diablo mismo. Donde hay envidias y rivalidades, hay también desorden y toda clase de maldad; pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios, llevan ante todo una vida pura; y además son pacíficos, bondadosos y dóciles. Son también compasivos, imparciales y sinceros, y hacen el bien. Santiago 3.13-17

 

CON AMOR

            Al ver que Jesús les había contestado bien, uno de los maestros de la ley, que los había oído discutir, se acercó a él y le preguntó:

— ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó:

—El primer mandamiento de todos es: “Oye, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas”. Pero hay un segundo: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Ningún mandamiento es más importante que éstos.

El maestro de la ley le dijo:

-Muy bien, Maestro. Es verdad lo que dices: hay un solo Dios, y no hay otro fuera de él. Y amar a Dios con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios que se queman en el altar.

Al ver Jesús que el maestro de la ley había contestado con buen sentido, le dijo:

-No estás lejos del reino de Dios.

Y ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.

Marcos 12.28-34

Tomado de librito “Acerca de la Ética”, editado por Sociedad Bíblica Argentina. Se usa la Versión popular Dios Habla Hoy.

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