sábado, 12 de marzo de 2022

LA EPÍSTOLA A LOS FILIPENSES (1)

 

Introducción   

            Hechos 16 relata el trasfondo de la epístola y explica que Filipos era una colonia romana, ya que había venido gente de Roma y se había radicado allí en medio de una población distinta a ellos. Eran ciudadanos romanos con costumbres, idioma, leyes y vestimenta propios de su origen. Estos colonos estaban sujetos al emperador de Roma y los soldados del imperio romano los protegían. Sin embargo, la predicación del evangelio había dado lugar a una colonia celestial, y el pueblo del Señor estaba en el deber de conducirse como ciudadanos celestiales con fidelidad a Cristo.

            Parece que la epístola fue escrita por dos razones: (a) para expresar la gratitud de Pablo por la dádiva que la asamblea le había enviado; 4.10 al 20; y (b) para rectificar el desacuerdo que había surgido entre dos hermanas en la fe; 4.2,3. Había el gran peligro de que los creyentes se alinearan con la una o la otra, dando lugar a la contención y división, y por esto Pablo les exhorta a tener unanimidad de criterio y propósito:

     1.27            firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes

     2.1 al 11 nada … por contienda y vanagloria

     2.14 al 16 sin murmuraciones y contiendas

     4.2,3 que sean de un mismo sentir

 Les advierte también de los enemigos de la asamblea:

     1.28 al 30 los que se oponen

     3.2 los perros, los malos obreros

     3.18,19       enemigos de la cruz de Cristo

La Epístola se divide en cuatro capítulos:

1.   La confianza en los propósitos de Dios

2.   La conformidad al patrón de Cristo

3.   La constancia en conocer más de Cristo

4.   La consideración por el pueblo de Dios

·      En el capítulo 1 el apóstol manifiesta su confianza en el propósito de Dios a pesar de las circunstancias en las cuales se encuentra. Si tengo esa confianza, la mente de Cristo me dará un amor por el evangelio y un gozo en saber que este es predicado.

·      En el capítulo 2 Pablo expone el patrón perfecto de la humildad y la disposición de servir a otros, exhortando a sus lectores a conformarse a Cristo. En esta humillación y servicio la mente de Cristo me producirá amor por la asamblea y me estimulará a promover humildemente el bienestar de los cristianos.

·      El capítulo 3 enseña la necesidad del progreso constante en la senda cristiana, con Cristo como meta. Entonces la mente de Cristo fomentará en mí un apetito por vivir un estilo de vida celestial.

·      En el capítulo 4 el apóstol manifiesta su preocupación por el bienestar de Evodia y Síntique, y así por todos los creyentes. Si me ocupo en lo mismo, la mente de Cristo me proporcionará un amor que buscará sanar toda brecha que haya.


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