INTRODUCCIÓN
Joel significa "Jehová es Dios."
Este nombre ocurre frecuentemente en el A. Testamento (1 Sam. 8:2; 1Crón. 4:35;
5:4, 8,12, etc.) El profeta Joel fue el hijo de Petuel. Numerosas suposiciones
se han hecho acerca de su personalidad. Una tradición declara que él fue hijo
de Bethom de la tribu de Rubén. En 1 Crón. 24:16 un hombre llamado Pethaliah es
mencionado. Algunos lo han conectado con el padre de Joel, Petuel, demandando
que Joel pertenecía a una familia sacerdotal; pero esto, como también otras
demandas no pueden ser confirmadas. Expositores judíos declaran que Petuel fue
Samuel, porque Samuel tuvo un hijo llamado Joel; pero, considerando que los
hijos de Samuel eran malhechores esto es incorrecto. El mismo libro no da
siquiera un solo indicio en cuanto a su historia personal.
CUANDO Y DONDE VIVIÓ JOEL
En cuanto al tiempo y lugar, cuando y donde él
ejerció su oficio profético, no somos dejados en duda. Él no profetizó con
Oseas entre las diez tribus, sino que fue un profeta de Judá. Toda la profecía
da testimonio de esto; este hecho nunca ha sido disputado. Es diferente con la
fecha de Joel. El criticismo destructivo ha asignado a Joel una fecha
post-exilio, con algunos muy pueriles argumentos. Por ejemplo, la demanda que
la mención de los muros de Jerusalén (cap. 2:7,9), señalan a una fecha
posterior a esa de Esdras y Nehemías. Tal argumento no es un argumento de un
estudioso sino de un niño de escuela. Los críticos también objetan una fecha
anterior porque los griegos son mencionados en el cap.3:6. Pero los griegos son
también mencionados en la inscripción de Sargón (Alrededor de 710 AC.), y mucho
antes que en las cartas Armana también un griego es mencionado, como se declara
en "Higher Criticism and the Monuments" por Sayce.
Los mejores estudiosos judíos y cristianos han
mantenido una fecha muy antigua para Joel. Cuando el editor publicó su obra más
extensa sobre Joel, en la cual él daba la fecha entre 860 y 850 A.C., Sayce,
uno de los más grandes estudiosos de nuestros tiempos, le escribió una carta
personal al escritor: "permítame agradecerle muy sinceramente por su
interesante exposición de Joel. Estoy feliz de ver una obra sobre líneas
conservadoras; los intentos por encontrar una fecha posterior para el resto de
los profetas descansan sobre argumentos que para el científico inductivo no son
argumentos." Esta fuerte declaración y endorsamiento de una muy primitiva
fecha para Joel ciertamente contrarresta los argumentos de ciertos críticos que
no poseen nada semejante a la erudición de este profesor.
No hay nada mencionado en Joel del período
asirio 800-650, ni del período babilonio 650-538, entonces Joel debe haber
profetizado antes del período asirio, es decir del siglo noveno A.D.C., o él
debe haber vivido después del exilio.
Lo último es excluido, por tanto, Joel ejerció
su oficio como profeta en Judá durante la mitad del siglo noveno, como se ha
declarado arriba, alrededor del año 860-850 A.D.C. Esta vista es abundantemente
verificada por diferentes hechos que se encuentran en el mismo libro.
Ahora, la fecha de Amós es generalmente
aceptada como siendo a la mitad del siglo octavo antes de Cristo. En el primer
capítulo del libro de Amós hay una indudable citación del libro de Joel. (Ver
Joel 3:16 y Amós 1:2). Pusey hace el siguiente argumento de este hecho:
"Amós citando a Joel prueba dos cosas.
(1) Que la profecía de Joel debe, en el tiempo cuando escribió Amós, haber sido
parte de las Santas Escrituras, y su autoridad debe haber sido reconocida; (2)
Que su autoridad debe haber sido reconocida por, y debe haber estado circulando
entre aquellos a los cuales Amós profetizaba; de otra manera él no habría
prefijado a su libro estas palabras de Joel. Porque toda la fuerza de las
palabras, como son empleadas por Amós, dependía de ser reconocidas por sus
oyentes, como una renovación de la profecía de Joel. Ciertamente, malos hombres
se han burlado de Amós, como si su amenaza no se cumpliría."
Las siete razones más fuertes para una fecha
primitiva para Joel son las siguientes:
1. Joel acusa a los Filisteos con haber
invadido Judá, capturado y vendido a sus habitantes, como esclavos. Ahora,
conforme a 2 Crón. 21:16, esto ocurrió bajo el reinado de Joram, 889-883 A.C. Y
ellos sufrieron el castigo predicho por su crimen, bajo Uzías, 2 Crón. 26:6. Entonces
Joel no podría haber escrito este libro antes del año 889 A.C., ni después del
año 732.
2. Los Fenicios, aquellos de Tiro y Sidón, que
en los días de David y Salomón eran aliados, en tiempos posteriores han venido
a ser enemigos de Judá. Ellos también han sido culpables de vender a
prisioneros judíos a los griegos. Joel predice que ellos también serán
castigados por este crimen, una predicción cumplida en el tiempo de Uzías,
811-759 A.C.
Esto prueba que Joel debe haber profetizado
antes de los días de Uzías.
3. Los edomitas (3:19), están alineados entre
los enemigos de Judá. Ellos vinieron del mismo linaje que los judíos, y a causa
de su pecado contra sus hermanos, su tierra debía ser una perpetua desolación.
De 2 Rey. 8:20, comparado con 2 Crón. 21:8, aprendemos que ellos vinieron a ser
independientes de Judá en el tiempo de Joram, 889-883 A.C. Ellos fueron
nuevamente subyugados, y su capital, la ciudad de Petra fue capturada, 838-811
A.C., aunque las partes sur y oriental de su territorio no fueron conquistadas
hasta el reino de Uzías, alrededor del año 830 A.D.C. El profeta debe haber
ejercido su ministerio, por tanto, antes de esa fecha.
4. El hecho que no se hace ninguna mención de
la invasión por los sirios de Damasco prueba que Joel fue uno de los primeros
profetas. Esto ocurrió en la última parte del reino de Josías, 850-840 A.C.
5. La antigüedad de Joel es probada por el
hecho que él no hace ninguna referencia a la invasión asiria de los dos reinos
judíos en el año 790 a.C. Por otra parte, Amós alude claramente a esto (6:14)
6. Otra prueba es derivada de la relación
entre Joel y Amós. El último estuvo ciertamente bien enterado de los escritos
del primero.
7. La mención del valle de Josafat es una
circunstancia principal que guía a la misma conclusión. Tomo este nombre de la
memorable victoria obtenida allí sobre Moab y Amón. La forma en la cual Joel se
refiere a esto muestra que este evento debe haber sido comparativamente
reciente, y que la memoria aún estaba fresca.
Sobre estos fundamentos concluimos que, al
establecer el tiempo de este profeta, no podemos aceptar una fecha más anterior
que 890 A.C, ni una posterior al año 840 A.C. Este muy probablemente cae entre
los años 860-850 A.C. Joel por tanto es probablemente el más antiguo de los
profetas menores.
LA PROFECÍA DE JOEL
La profecía de Joel es una que se extiende de
su propio tiempo al tiempo de la restauración de Israel y su bendición en el
día del Señor. El estilo de esta breve profecía es sublime. Para mostrar su
belleza daremos una corregida versión métrica. Esta debe leerse varias veces
para poder comprender sus vívidas descripciones, las concisas y solemnes
expresiones, las plenas y suaves frases, y sobre todo toda la revelación que
contiene. Sus expresiones se distinguen por el elevado vuelo de la imaginación,
la originalidad, belleza y variedad de los símiles. Las concepciones son
bastante simples, pero al mismo tiempo son atrevidas y grandes. El perfecto
orden en el cual están ordenadas, la misma forma en que fluyen, la bien
compactada estructura de la profecía, todo esto es notable.
Él bien puede ser llamado "El profeta del
Día del Señor." Cinco veces él menciona este día. Cap. 1:15; 2:1-3, 10-11,
30-31, y 3:14-16. El gran tema en este libro es
"el Día del Señor," ese día futuro, cuando el Señor restaure y redima
a Israel.
La ocasión del libro y profecía de Joel fue un
terrible azote que barrió la tierra de Israel. Langostas cayeron sobre la
tierra la despojaron de toda cosa verde. Hubo allí también una gran sequía.
Todo esto era un castigo de la mano de Dios. Entonces vemos en el primer
capítulo las lamentaciones penitenciales de ancianos y jóvenes, sacerdotes y
pueblo. Después la visión se amplía en el segundo capítulo. Las langostas no
aparecen más como un látigo de insectos literales; estos vienen a ser típicos
de un ejército invasor. Este ejército hostil invade la tierra desde el norte y
hace a la tierra un desierto. La alarma se toca en Sion; el arrepentimiento del
pueblo sigue. Entonces viene el gran cambio en este cuadro de desolación y
desesperanza. El día del Señor es anunciado. Él actúa en favor de Su pueblo. Él
los liberta del ejército del norte; restaura también lo que las langostas han
devorado; la tierra es restaurada y la lluvia tardía es dada.
Al final del capítulo segundo tenemos la
profecía que predice bendiciones espirituales a través del derramamiento del
Espíritu de Dios sobre toda carne, una profecía que aún no se ha cumplido
plenamente, que ahora no está en proceso de cumplimiento, pero que se cumplirá
en el día del Señor. El último capítulo es el gran final y sinfonía de la
profecía. Aquí el juicio de las naciones es vívidamente retratado; lo que el
día del Señor traerá, y lo que seguirá en bendición es el tema final.
Pero pocos cristianos han dado mucha atención
a este libro profético. Hay importantes verdades en este libro. Una gran parte
de confusión podría haberse evitado si mayor atención se hubiese dado al
escenario en el cual la predicción del derramamiento del Espíritu Santo sobre
toda carne se encuentra. El engaño Pentecostal está edificado mayormente sobre interpretaciones erradas de esta
profecía.
DIVISIÓN DE JOEL
Las divisiones de la profecía de Joel, como se
encuentran en nuestra versión inglesa, no pueden mejorarse. Las seguiremos de
este modo en nuestro análisis y anotaciones.
Análisis y anotaciones
I.
LA PLAGA
DE LANGOSTAS
II.
EL
FUTURO DÍA DEL SEÑOR: LA RUINA, ARREPENTIMIENTO Y LA RESTAURACIÓN
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