domingo, 28 de mayo de 2023

Viviendo por encima del promedio (1)

 

Viviendo por encima del promedio

Muestras Heroicas de la semejanza a Cristo

William Macdonald

Capítulo 1: ¿Qué haría Jesús?

Luego de pasar la noche orando en un monte, Jesús eli­gió doce discípulos. Los llamó apóstoles porque los envia­ría a difundir el evangelio. La palabra apóstol significa “el que es enviado.”

Cuando descendieron del monte, Jesús comenzó a en­trenarlos para su misión. Primeramente, trató con sus es­tilos de vida. Ellos debían vivir sacrificialmente, ser se­rios con su llamado, carecer de popularidad y sufrir per­secución por Su causa.

Luego inició una descripción de cómo deberían com­portarse.

“Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra; y al que te quite la capa, ni aun la túnica le niegues. A cual­quiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito te­néis? Porque también los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de quienes esperáis recibir, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores prestan a los pecado­res, para recibir otro tanto. Amad, pues, a vuestros enemigos, y haced bien, y prestad, no esperando de ello nada; y será vuestro galardón grande, y seréis hijos del Altísimo; porque él es benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es mi­sericordioso” (Lucas 6:27-36).

¿Cuál es su relación con los mandamientos del Señor? ¿Dice usted: “Sí, eso es lo que creo, y eso es lo que los cris­tianos hacemos”? Si se siente cómodo porque todos vivi­mos de esa manera, le sugiero que lea el pasaje otra vez, y se sorprenda por lo que allí dice.

Lo que el Señor está enseñando aquí es una forma de vi­da extraordinaria. Es un comportamiento que no es natural. Es una caminata por encima de la carne y la sangre, una vi­da en un nivel más alto. Jesús está insistiendo en que mi vi­da debe ser diferente de la de mis vecinos. Si no soy distin­to, les estoy diciendo: “No teman. Soy exactamente como ustedes.” Si no hay diferencia, ¿por qué deberían escucharlo cuando los presiona con las declaraciones sobre Cristo? Son las diferencias lo que importa. Es la vida por encima del promedio.

Si, por otra parte, ven una gran diferencia entre mi vi­da y la de ellos, están en condiciones para buscar la razón, y de ese modo me abrirán la puerta para que les comparta el evangelio. Major lan Thomas, fundador de Torchbearers, dice:

Es sólo cuando su calidad de vida descon­cierta a sus vecinos, que es probable que los impresione. Tiene que tomarse sumamente obvio para los otros que el tipo de vida que está viviendo no sólo es altamente recomendable, sino que está más allá de toda explicación humana. Que está más allá de las consecuencias de la capacidad del hombre para imitar, y aun­que poco entiendan esto, claramente es consecuencia de que sólo la capacidad de Dios pue­de reproducirse a Sí mismo en usted.

En resumen, significa que sus semejantes deben convencerse de que es precisamente el Señor Jesucristo, de quien usted habla, el ingrediente esencial de la vida que usted vive.

Las personas no cristianas a menudo realizan grandes actos de heroísmo. Donan riñones para las víctimas de ne­fritis. Cuidan extraordinariamente de padres de avanzada edad. Dan generosamente a causas de caridad. Nosotros, sin embargo, somos llamados a ir más allá de lo normal, por aquellos que no son salvos.

Habiendo dicho todo esto, debemos agregar que cada vez que un cristiano exhibe verdaderamente su comporta­miento semejante a Cristo, no hay garantía de que los no salvos sean ganados para el Salvador. Somos responsables de actuar como lo habría hecho el Señor, pero los no cre­yentes aun así son responsables de poner su fe en Él. Siem­pre habrá quienes se alejen.

Pero eso no es todo. Si usted tiene bien puesta la camiseta de Cristo, estarán aquellos que dirán que está mentalmente desquiciado, que se ha vuelto loco. No espere recibir un mejor trato del que Él recibió. El discípulo no está por encima del maestro.

Años atrás, el novelista ruso Fyodor Dostoevsky escribió un libro en el que intentaba representar al Príncipe Mashkin como el espécimen perfecto de la humanidad. Las personas no podían comprender al Príncipe. Pensaban que estaba fuera de sí. El título del libro es “Él Tonto”. Cuanto más seamos conforme a la imagen de Cristo, más correremos el riesgo de ser conocidos como tontos.

Entonces el apóstol Pablo estaba en lo cierto. Somos olor de “vida para vida”, para algunos; y “olor de muerte para muerte”, para otros. O los impresionamos al dejarlos perplejos, o los confundimos al actuar de una manera pia­dosa. En cualquiera de los casos, nos damos a conocer co­mo hijos del Altísimo al imitarlo.

En los siguientes artículos, estaremos pensando en varios grandes momentos del tiempo, cuando los cristianos toma­ban los dichos de Jesús literalmente, amando a sus enemi­gos, perdonando a sus enemigos, devolviendo bien por mal, resistiendo sin represalias, dando sin esperar algo a cambio a la brevedad, preguntándose: “¿Qué haría Jesús?” y luego haciéndolo.


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