"ALGUNOS APOSTATARAN DE LA FE"
Significa
"ubicarse lejos de la fe" (Gr. aphistemi). Aquí el texto dice
algunos, en cambio en 2 Ti. ya son muchos. Estas son personas que dijeron saber
la doctrina de Cristo ;(la fe), pero no le conocieron a Él como Salvador. Este
hecho de inmediato dio origen a las reacciones que ^ya vemos en la misma
iglesia del Nuevo Testamento, por ejemplo: Himineo y Alejandro (1 Ti. 1: 20);
(2 Ti.2:17; 4:14); la contradicción de Asia (2 Ti. 1:15); el extravío del
negocio con las cosas de Dios (1 Ti.6:5-10); la aparición de anticristos (1
Jn.2:18-19), etc. que configuran una trágica deformación herética a las
verdades enseñadas por los mismos apóstoles.
"ESCUCHANDO
A ESPIRITUS ENGANADORES"
Ocurre
como una réplica de Edén y la atención que Eva puso a la voz del diablo (Gn.3:3,5,13);
quien nunca cesó de presentar estratagema para disfrazar la verdad (2 Cr. l8:19)
hasta intentar atropellar al mismo Señor (Mt. 16:23). Muchos creyentes se han
enfriado, y los profesantes desbaratados, ampliando el espectro de la confusión
religiosa (2 P.2: l). En síntesis, escuchar (Gr. aferrándose 2 P.l:19)
significa tomar una firme decisión con respecto a la sana doctrina: a] Cristo
no es venido en carne (2 Jn.7); b] Demostrar lo que creen por medios ilícitos
(2 P.2:18) en competencia con el verdadero poder del evangelio; c] Asegurar que
no han pecado siguiendo alguna filosofía de origen griego para tratar de poner
de lado la obra de Cristo (1 Jn. 1:8) y cuántas cosas más que han formado la
base a las miles de creencias que tenemos en el presente y que arremeten con
"su verdad" en contra del glorioso evangelio de Cristo. No vencerán.
"DOCTRINAS
DE DEMONIOS"
El
ejército de ángeles destituidos se ha colocado en favor de la mentira, la ha
venido disfrazando, y cambiando de signo desde el "otro evangelio" de
que habla Pablo en Gá.l, hasta el "contra evangelio" de la no
resurrección (1 Co.15:12; Hch.26:8; 2 Ti.2:17), pasando por todos los
matices de cultos inspirados por Satanás sea como ángel de luz o con groserías
vergonzosas (Ef.5:11-13).
Las
doctrinas de los demonios atacan a los cristianos y a los no cristianos, y
seduce lamentablemente a los unos y a los otros. En estos tiempos que
reconocemos como finales de la escatología, los últimos días de los
"postreros tiempos", la avalancha demoníaca parece ser un ejército
como las langostas de Ap.9 que, armadas de todos los elementos imaginables,
avanzan sobre nosotros y si pudieran, nos harían autodestruir (por pleitos,
envidias y contiendas internas fraguadas), o por desidia, pereza, dejadez, liviandad
y cuánta otra cosa que signifique desentendimiento del llamado del Espíritu a
la santidad y la adoración. ¡Cuidado!
"HIPOCRESIA
DE MENTIROSOS"
¿Habrá
dentro de la iglesia elementos de este sector? Tristemente sí, y muchos (1 Ti.
1:5-6). Los hubo en todos los ‘tiempos y hoy la "diplomacia
religiosa" (Gá.2:13), a un nivel refinado desprecia sonrientemente a los
dones del Espíritu y si pudiera, eliminaría a los siervos de Dios (Stg.3:16-17).
Y esto ocurre dentro, con lo que consideramos de la familia de Dios. ¿Qué
sucede con los que dicen que son, pero no lo son? Se plantea el 'sistema de
tributo' de Me. 12:13-17.
Aunque
triste sea admitirlo, la hipocresía nunca se apartó de los miembros de la
iglesia, y las varias advertencias al amor sin fingimiento (Ro.l2:9), al amor
sincero (2 Co.6:6) y a la preparación espiritual para practicarlo como en 1 P.
1:22: "Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad,
mediante el Espíritu para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros
entrañablemente, de corazón puro", claramente descubren que a menos que
exista una íntima preparación individual activada por el Espíritu Santo, la
insinceridad de los gentiles también estará al día en la iglesia de Dios. ¡Muy
triste! Es malo cuando los mentirosos están afuera y nos engañan, así como lo
tenemos en la Escritura; es horrible, cuando imitándolos, también se ganaron
adentro y son miembros de la iglesia y hasta pretenden dirigirla (Ef. 4:25;
Hch. 5:3; Col.3:9; Stg.3:14; 3 Jn.9-10).
"TENIENDO
CAUTERIZADA LA CONCIENCIA"
"Cauterizar"
significa literalmente 'quemar con un hierro candente'. Es el efecto del pecado
en las conciencias de los profesantes. La historia ha demostrado la cantidad
de conciencias quemadas que han seguido propagando sus enseñanzas con total
insensibilidad a la doctrina del evangelio, y produciendo una mezcla deshonrosa
de verdad y error ofensiva a Dios, descontrolada por el Espíritu (1P.2:19).
La
conciencia es el autoconocimiento que testifica la conducta. Cuando está
supervisada por Dios es buena (1 Ti.1:5, 19), limpia (1 Ti.3:9) y santa
(He.9:14). Cuando sale de su esfera se corrompe (1 Ti.1:15) y torna inestable y
crítica. Nosotros mismos sufrimos los síntomas de la quemazón cuando vivimos al
margen del control divino (1Jn.3:18-20).
Es
una señal del fin del siglo el aumento vertiginoso del "andar
gentil", es decir ese modo insensato de conducta vana con el
"entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios... por la dureza
de su corazón" (Ef.4:17-19).
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