domingo, 19 de enero de 2025

LEYENDO DIA A DIA 1 CORINTIOS (9)

 capítulo 9: El apostolado cuestionado


¿Algunos en la ciudad estaban cuestionando la autoridad apostólica de Pablo y de esta manera intentando socavar su obra? Esto debe ser considerado y resuelto aquí y ahora, ¿o de qué provecho será esta carta? Pablo trata el asunto de tres maneras.

• Establece los derechos de su vida y servicio, vv 1 al 15. Les hace recordar que no debería tener necesidad de certificar su apostolado, por cuanto ellos mismos eran el sello de su llamamiento, siendo fruto de su ministerio. Además, ¿era esencial haber visto al Señor para ser un apóstol? Le he visto, dice. ¡Él nunca se olvidó del camino a Damasco!

Así que, procede a defender su libertad apostólica. ¿Ellos dudan de sus derechos físicos, matrimoniales y laborales? vv 4 al 6. ¿Acaso los soldados no sirven por salario, los viñadores no comen del fruto y los pastores no viven de la grey? Y ahora procede a precedentes escriturarias, citando la ley del buey en la siega, el labrador y el sacerdote, vv 9 al 13. Entonces, ¿el que labora en la esfera espiritual no merece recompensa en lo material? ¿El Señor no lo ha autorizado? “Ordenó el Señor que los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio”, v. 14.

Pablo ha basado sus derechos sobre tres consideraciones: las normas de la vida, el testimonio de las Escrituras y la palabra del Señor mismo. Derechos tenía, pero los renunciaba por el bien del evangelio.

• Prosigue hablando de sus responsabilidades, vv 16 al 23. El evangelio era la carga de su vida, y tenía la responsabilidad de velar por su necesidad. Le había sido encomendada una mayordomía, y hacía todo por el bien del evangelio. Cumplía de balde. Aun cuando podría sostenerse por la evangelización, lo hace manufacturando tiendas. Su dedicación es a todos, buscando sólo su salvación.

• Luego afirma su decisión, vv 24 al 27. Esta determinación sacrifica sus derechos y sostiene su responsabilidad. En una carrera el atleta se concentra en la meta; en los juegos deportivos el participante piensa en la corona; cual boxeador en el ring, Pablo se conformará con el encomio del Señor. También así va a “correr”, sin hacer caso del desdén y de los adversarios imaginarios, disciplinándose y negándose a sí mismo acaso sea rechazado.

Él ocupa un cargo, respeta una confianza y cumple una comisión.

Lección: ¿Qué me cuestan mi obra y mi testimonio?

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