sábado, 30 de septiembre de 2023

Figuras de Cristo (21)

 David y Cristo

W.A. Deans


Dios envió al profeta Samuel para que mostrara al pueblo quién era el rey de Israel. Samuel llegó a Belén y pidió a los hijos de Isaí, uno por uno.

Todos los hijos de Isaí se presentaron delante de Samuel, excepto David, el más joven, que estaba cuidando el rebaño. Samuel quería escoger a Eliab, el mayor. Pero Dios le dijo que no juzgara a Eliab por su rostro o por la fortaleza de su cuerpo, porque el Señor no quería que él fuera el rey. El Señor no mira a su pueblo por lo que hace. Nosotros juzgamos a las personas por lo que vemos por fuera, pero Dios las juzga por lo que ven en sus corazones. Lea 1 Samuel 16:1-13.

Finalmente, David fue llamado a la presencia de Samuel. Dios dijo a Samuel que lo ungiera con aceite, porque éste era el que él quería para rey de Israel. Así que Samuel ungió a David en presencia de todos sus hermanos y el Espíritu del Señor vino sobre David para que fuera su siervo y lo sacó del lugar donde estaba, cuidando ovejas, Salmo 78:70.

Cristo fue un descendiente de David a través de su madre. Lucas 1:31,32. Él es el Hijo de Dios, el único escogido, 1 Pedro 2:6.

El nombre de Cristo significa ungido. El Señor Jesús fue bautizado en el río Jordán. El Espíritu Santo vino sobre él en forma de paloma, mientras salía del agua y Dios habló desde los cielos diciendo que este era su propio Hijo en quien él se complacía, Marcos 1:10,11.

David fue ungido con aceite (una figura del Espíritu Santo) para mostrar que era rey de los israelitas, el pueblo de Dios sobre la tierra. De la misma manera, el Señor Jesús, un descendiente del rey David, fue señalado como el Cristo, el Ungido. Él es la cabeza del pueblo de Dios, los ciudadanos del cielo.

David fue escogido para que fuera rey de una nación te­rrenal. Él fue ungido con aceite para mostrar que era rey. El Espíritu de Dios le enseñó cómo debía gobernar, 2 Samuel 23:2,3. El Espíritu de Dios descendió sobre Cristo, quien fue escogido por Dios para ser el Rey de Reyes y Señor de señores. Hechos 4:26-28; Apocalipsis 19:11-16. Su reinado no tendrá fin.

Los hermanos de David lo despreciaron, 1 Samuel 17:28. De la misma forma, los hermanos de Jesús no creyeron en él, nosotros. "Salgamos, pues a él fuera del campamento, llevando su vituperio," Hebreos 13:13.

David invocó el nombre del Señor y peleó contra Goliat, el enemigo de Israel y lo derrotó con una pequeña piedra, 1 Samuel 17:49-50.

El Señor Jesús venció a Satanás, el enemigo de Dios, ha­ciendo algo que parece débil y sin sentido, muriendo en la cruz. Leemos que por su muerte, el Señor Jesús venció al diablo que tiene el poder de la muerte y desató a aquellos que eran esclavos por el temor de la muerte, Hebreos 2:14-15.

David dejó la ciudad y se escondió en la cueva de Adulan cuando fue rechazado y despreciado. Unas pocas personas hicieron lo mismo y permanecieron con él en la cueva, 1 Samuel 22:1-2.

En la misma forma, Cristo está ahora separado de este mundo. Él murió por fuera del campo, Hebreos 13:11-13. En el tiempo presente, el Espíritu Santo llama al pueblo a salir de este mundo malo y a formar un pueblo en el nombre de Cristo. Éste pueblo es la iglesia y está formada de personas que se han unido al Señor Jesús fuera del campo de este mun­do, Hechos 15:14.

Léase Juan 17:14-17 y Juan 15:19. La gente de este mundo aborreció al Señor Jesús y también nos aborrecerá a nosotros. "Salgamos, pues a él fuera del campamento, llevando su vituperio," Hebreos 13:13.

David es figura de Cristo porque fue un pastor, 1 Samuel 16:11 y 17:15. El peleó por sus ovejas para salvarlas de sus enemigos, el león y el oso, 1 Samuel 17:34-36.

El Señor Jesús se llamó a sí mismo, el Buen Pastor. Él se dio a sí mismo por sus ovejas, esto es, por su pueblo, Juan 10:11,14 y por su muerte hizo posible que sus ovejas tuvieran vida eterna.

En Lucas 15:4-7 leemos acerca del pastor que fue para buscar una oveja que se había perdido. Este pastor se alegró mucho cuando encontró a su oveja. También hay gran gozo en el cielo cuando un pecador se arrepiente y es salvo por Cristo, el Buen Pastor. Éramos como la oveja que se perdió, pero ahora, hemos sido hallados y traídos para seguir al Pastor y Guía de nuestras almas, el Señor Jesucristo, 1 Pedro 2:25.

Amemos al Señor Jesús mucho ahora cuando la gente lo rechaza, así como Jonatán amó a David. Jonatán hizo un pacto con David porque lo amaba, tanto como David a él. Jonatán se quitó su capa y la dio a David junto con su espada, su arco y su cinto, 1 Samuel 18:3-4. Jonatán fue un verdadero amigo de David, 1 Samuel 19:2. El habló bien de David, 1 Samuel 19:4 y le dijo que haría cualquier cosa que él quisiera, 1 Samuel 20:4.

Quiera Dios ayudarnos a ser como Jonatán y amar al Señor Jesús como Jonatán amó a David. Ojalá estemos listos a darle a él todo lo que tenemos y a decirle que haremos cual­quier cosa que Él quiera que hagamos. Entonces haremos las cosas que le agradan y tendremos dulce comunión con él.

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