martes, 10 de julio de 2012

LAS SEÑALES DE LOS TIEMPOS


En los capítulos 2 y 7 del libro de Daniel, tenemos las visiones de los imperios mundiales que ha­brían de tener supremacía en los destinos de las naciones que el profeta Daniel interpretó para Nabucodonosor y Belsasar, reyes de Babilonia. En el capítulo 2 está la visión de la gran imagen, de cómo los hombres ven su civilización con todo su poder y gloria y en el capítulo 7 con las 4 bestias salva­jes diferentes, hablando de la fero­cidad y capacidad de estos impe­rios, de cómo Dios los ve. Recor­demos que dicha visión empezaba con la cabeza de oro de la estatua que era Nabucodonosor y su impe­rio Babilonia, seguía con los pe­chos y brazos de plata, hablando del imperio de los Medos y Persas, continuaba con su vientre y sus muslos de' bronce, del imperio greco-macedónico de Alejandro Magno, proseguía con las dos piernas de hierro del Imperio Ro­mano, con sus dos divisiones en los antiguos imperios de Occidente y Oriente con sus capitales Roma y Constantinopla y remataba en un reino de 10 dedos de los pies donde estaba mezclado el hierro y el barro.
Si me preguntaran dónde esta­mos ahora, en el curso de los im­perios mundiales, diría sin lugar a dudas en los 10 dedos de los pies de la imagen, que con la entrada de Grecia en el Mercado Común Europeo, han completado los 10 reinos de que la Palabra de Dios nos habla. El hierro habla de im­perialismo/capitalismo, el barro de socialismo o los derechos del pue­blo. Están mezclados como vemos en Europa en el día de hoy con gobiernos capitalistas como Gran Bretaña o socialistas como Fran­cia o Alemania Occidental. Aun­que estos 10 reinos no son la for­mación final, porque España y Portugal están pugnando de poner sus economías en orden para po­der entrar en el Mercado Común Europeo probablemente durante el año 1985 y Gran Bretaña de­manda una distribución más equi­tativa del financiamiento de la co­munidad, ya que ella y Alemania Occidental son las únicas dos na­ciones del grupo que aportan a la comunidad más de lo que recibe de la misma. Con los subsidios agrícolas la comunidad pierde 40 millones de dólares diarios que representa el 60 o/o del presupuesto y que está llevando al Mercado Co­mún Europeo al borde de la ban­carrota. Estos problemas económi­cos preparan el camino para la uni­ficación política del Mercado Co­mún Europeo en una sola nación, con un dictador que regirá los des­tinos de dicho mercado (Apocalip­sis 17:12 y 13). Ya se vislumbra esta unificación política en la for­mación del Parlamento Europeo con sus 410 miembros elegidos de las 10 naciones, que se sientan en Bruselas, no por nación sino agru­pados por ideología política.
El dictador mundial del Merca­do Común Europeo sin embargo no puede surgir, aunque ya vive en el mundo, mientras la iglesia de Jesucristo esté en el planeta Tie­rra.
2 Tesalonicenses 2:6 nos dice que hay alguien que lo detiene. ¿Quién es este alguien? No es otro que el Espíritu Santo que mora en cada creyente. Al irse el Espíritu Santo con la Iglesia en el rapto se quitará el que lo detiene. Esta to­ma del poder por parte del dicta­dor mundial empezará con la ocu­pación de tres reyes o reinos por la fuerza ("a tres reyes derribará". Daniel 7:24) y luego las otras 7 se le unirán en una sola nación. Que el Señor nos ayude a tener nuestros ojos espirituales bien abiertos para discernir las señales de los tiempos, porque el esposo vendrá a la hora que no pensáis a buscar a su esposa. La Iglesia. El Apocalipsis termina con "Cierta­mente vengo en breve. Amén, sí, ven Señor Jesús (Apocalipsis 22: 20). Que así sea. Amén.

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