LA RESPONSABILIDAD DE LOS ABUELOS CRISTIANOS
¡Ser abuelos es una experiencia
maravillosa, pero tristemente muchos abuelos fracasan a la hora de establecer
una buena relación con sus nietos! Como resultado, ellos pierden la oportunidad de ayudarlos a edificar sus
vidas en el Señor. La obediencia de los abuelos a Dios tiene un efecto
poderosísimo en sus nietos (Dt. 6:2).
Tito 2
detalla tres formas en las que podemos influenciar a nuestros nietos. Primero, los ancianos y ancianas deben
presentarse “como ejemplo de
buenas obras” (v. 7); segundo,
podemos ser maestros : las
ancianas deben ser “maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes” (vv.
3-4), mientras que los ancianos deben exhortar a los jóvenes (vv. 2:1-6); y tercero, podemos alentar a otros; debemos hablar “lo que
está de acuerdo a la sana doctrina” (v. 2:1) — habiendo aprendido de nuestras
propias experiencias, podemos alentar a nuestros nietos con el ánimo que
necesitan. 1 Tesalonicenses nos muestra una cuarta
forma de influenciarlos: debemos orar
sin cesar por ellos (1 Ts. 5:17).
Puede haber
muchas cosas que ya no podamos hacer, pero todavía podemos orar por ellos.
Cuando nos comunicamos con ellos presencialmente o por teléfono, carta o
e-mail, debemos darles a conocer que estamos orando por ellos y pedirles que
nos provean de peticiones específicas de oración. No existe un método más efectivo
que este para influenciar a nuestros nietos.
Todo lo que hacemos por nuestros nietos es una inversión para su vida futura
en la eternidad. Ellos nos tendrán por poco tiempo en su vida. Por lo tanto, no
perdamos la oportunidad de impactar sus vidas por el Señor. ¡Por la gracia de
Dios podremos ser buenos abuelos!
Devocional "El Señor está Cerca"
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