¿Qué significa Homilética?
Es la
Ciencia y Arte que trata de la preparación y predicación de mensajes de la
Palabra de Dios.
Ø Ciencia:
significa conocimiento clasificado
Ø Arte:
es la aplicación y el uso del conocimiento
¿Qué
valor tiene la Homilética?
En vista de que la predicación es el método divinamente
ordenado para difundir el Mensaje del Evangelio entre los Inconversos y para
edificar a los creyentes, cada Siervo del Señor debe procurar que su predicación
y enseñanza sean la más eficaces posible (Eclesiastés 12:9-10; Tito 2: 6-10;
Rom. 10:13-17).
La habilidad de Predicar y Enseñar es un Don que Dios da
a ciertas creyentes. El leer libros, estudiar, asistir a reuniones y
conferencias no pueden crear este Don. SÓLO DIOS puede impartirlo. Pero
una vez impartido, el Don DEBE ser desarrollado mediante una preparación
correcta para la Gloria de Dios y para la edificación de nuestros hermanos.
Hay 3 palabras que deben ser bien entendidas:
Ø DON:
El don o Talento viene de Dios
Ø CONOCIMIENTO:
Viene por el estudio concentrado y diligente de la Palabra
Ø HABILIDAD:
Se desarrolla a medida que el don es ejercitado.
Pablo en su carta a Timoteo, expresa esta verdad cuando
dice: Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina (1
Timoteo 4: 16a). Consideraremos ahora 7 requisitos
que debe cumplir el que va a predicar y enseñar la Palabra de Dios:
1. DEBE
SER REGENERADO (Haber nacido de nuevo)
2. DEBE
AMAR AL SEÑOR JESÚS
3. DEBE
AMAR A LAS ALMAS
4. DEBE
SER ASIDUO ESTUDIANTE DE LA BIBLIA
5. DEBE
SABER ORAR
6. DEBE
LLEVAR UNA VIDA LIMPIA
7. DEBE
SER APTO PARA EL TRABAJO
1. DEBE SER REGENERADO
Esto
parece demasiado obvio, pero es un hecho que hay literalmente miles de los
llamados "ministros del evangelio" que nunca han experimentado el
poder regenerador del Espíritu Santo de Dios. No saben lo que significa nacer
otra vez y ser salvos por la gracia de Dios habiendo aceptado a Cristo como Salvador
personal y confesándole públicamente como Señor de sus vidas. (Jn 1:12-13; 3:3-16
Rom 10:9-10 Tito 3:4-7).
Solamente
la persona en quien mora el Espíritu de Dios es apta para apreciar y promulgar
la Verdad divina.
Predicadores
no regenerados son "ciegos guías de ciegos" con el hoyo como destino
de ambos (Mateo 15:14). Pedro asemejó a los falsos profetas a "fuentes
sin agua". Estas atraen al viajero sediento, pero no pueden apagar su sed
(2 P. 2:17). Dios pregunta a los impíos: “¿que tienes tú que hablar de mis
leyes, y que tomar mi pacto en tu boca?" (Sal.50:16).
2. DEBE AMAR AL SEÑOR JESÚS
El
predicador no debe ser impulsado únicamente por el sentido de obligación que el
nuevo nacimiento impone a cada cristiano, sino que debe además sentirse
constreñido por el amor de Cristo (1 Co. 9:16-22;2 Co. 5:14-15).
Nuestro
Señor mismo, como en todo lo demás, nos ha dejado ejemplo en este respecto. Fue
su amor hacia el Padre lo que lo trajo a la tierra en sumisión voluntaria, para
llevar a cabo la obra necesaria para nuestra salvación (Jn. 14:31).
Nuestro Señor
imprimió esta necesidad de amor en el corazón de Pedro al formularle la
pregunta escrutadora: “Simón hijo de Jonás, ¿me amas? A esto Pedro contestó:
"Si señor; tú sabes que te amo". Después de esta confesión de amor,
Cristo le comisionó: "apacienta mis corderos".
Esta
conversación se repitió 3 veces como para enfatizar que el amor hacia Cristo
debe ser la dinámica apremiante en todo servicio para él (Jn. 21:15-19). Pedro
parece haber aplicado bien la lección en su corazón como puede apreciarse en su
epístola (1 P. 1:7,8).
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