15.12 al 58: Cristo resucitado, de
regreso, levantando y reinando
El sepulcro abierto enfoca sobre grandes
perspectivas, y la resurrección de Cristo es el aval de grandes temas. El
pasaje que nos ocupa pende de dos afirmaciones importantes: (i) “más ahora
Cristo ha resucitado de los muertos”, y (ii) “en su venida”. Por cuanto Cristo
ha sido resucitado, la resurrección nuestra está asegurada; y por cuanto Él
viene de nuevo, será efectuada.
La
resurrección de Cristo y la nuestra están vinculadas inextricablemente; la una
exige la otra; la una reposa sobre la otra. La importancia de Cristo se ve en
el hecho de que, al no ser una realidad, la predicación apostólica es hueca, la
fe es vana, el pecado impera, nuestros seres queridos han perecido y nosotros
merecemos g047ran lástima. La realidad de su resurrección asegura una gran
cosecha venidera, porque, así como en Adán “todos” murieron, también en Cristo
“todos” serán vivificados, cada cual en su orden en el regreso de Cristo al
aire.
Habiendo
tratado con la base de nuestra resurrección, él habla ahora de su autenticidad.
¿El bautismo es una farsa? Podríamos ser bautizados tan solo como muertos si es
que los muertos no resucitan. Vivir en peligro no tiene sentido, y nuestra
disposición a enfrentar la muerte por causa de él es inútil, si es que los
muertos no resucitan.
Se ocupa luego
de su modalidad, vv 35 al 49, empleando como ilustración el reino vegetal.
Nuestro cuerpo corruptible se siembra cual semilla en la tierra, pero será
resucitado incorruptible y para el cielo, conforme le plazca a Dios, vv 38 al
42. Sembrado en corrupción, será levantado exento de deterioro; sembrado en
deshonra, será levantado radiante; “los justos resplandecerán como el sol en el
reino de su Padre”, Mateo 13.43. Sembrado en debilidad, será levantado con un
potencial nuevo; sembrado cuerpo natural, será levantado cuerpo espiritual, sin
limitaciones de tiempo, espacio o materia.
¡La grandeza
de todo esto! Será triunfo por medio de nuestro Señor Resucitado que vendrá.
Y en el v. 24
hay la consumación: el Cristo reinante no tendrá rival alguno; todo gobierno y
poder adverso será subyugado: La muerte abolida, Él entregará el reino a Dios
el Padre. Entonces la muerte de Cristo será respondida por el gobierno de
Cristo, conduciendo al estado eterno cuando Dios será todo en todos.
Lección:
Contando con esta perspectiva cierta, que nos encontremos “firmes y constantes,
creciendo en la obra del Señor siempre”, v. 58.
No hay comentarios:
Publicar un comentario